¿Fin de las ventajas fiscales para jubilados en Francia? Una medida que genera debate
La economía mundial tiembla, y Francia no es la excepción. Entre la inflación galopante y los déficits presupuestarios, los márgenes de maniobra se reducen. Inspirados por modelos como los de Argentina o Estados Unidos bajo Donald Trump, algunos abogan por recortes en el gasto público. Patrick Martin, presidente del Medef, propone una medida impactante: suprimir la deducción fiscal del 10 % para los jubilados. Una idea que hace rechinar dientes en los hogares así como en los clubes de bridge.
El Medef en guerra contra las deducciones fiscales
En una Francia arrasada por una crisis política, Patrick Martin no se ha mordido la lengua: « Estamos drogados al gasto público. » Para él, esta deducción fiscal es un vestigio de una época pasada. Introducida en 1945, tenía como objetivo compensar los gastos profesionales residuales de los jubilados.
Hoy, esta deducción cuesta caro: 2 mil millones de euros al año, según el Consejo de Orientación de las Pensiones (COR).
¿Qué argumentos presenta el Medef?
- Un dispositivo desigual: Los jubilados adinerados se benefician más que los modestos;
- Un costo importante: En tiempos de déficits, cada euro cuenta;
- Un anacronismo: Las ayudas sociales han evolucionado, lo que hace que esta ventaja sea menos justificable.
Para Patrick Martin, esta supresión sería una alternativa más equitativa que una congelación de las pensiones. Sin embargo, las asociaciones de jubilados protestan, viendo esto como un ataque directo al poder adquisitivo de los más vulnerables.
«¿Una deducción fiscal por gastos profesionales cuando ya no se trabaja? ¡Es como ofrecer esquís a un pez!» ironizaría un sindicalista. Pero el humor no es suficiente para ocultar las preocupaciones.
Pensión: una reforma que divide
La supresión de la deducción fiscal podría llevar a 500 000 hogares de jubilados al impuesto, según algunos economistas. Tomemos el ejemplo de una pareja que percibe 1 662 € cada uno al mes: su impuesto pasaría de 682 € a 1 320 € anuales.
Este impacto fiscal preocupa a los sindicatos, como la Unión Confederal de Jubilados (UCR), que denuncia una medida injusta.
Las críticas también llueven del lado de los expertos. Aunque el Consejo de Orientación de las Pensiones ha subrayado el alto costo de esta deducción, nunca ha llamado a su eliminación. ¿Por qué? Porque este dispositivo beneficia sobre todo a los jubilados intermedios, una categoría a menudo olvidada en las reformas fiscales.
Si esta propuesta divide, también es porque afecta a un segmento que ya está debilitado. Los jubilados modestos serían exceptuados, pero aquellos con ingresos intermedios verían degradarse su situación. Sin embargo, estos hogares constituyen la mayoría de los beneficiarios.
El gobierno, por su parte, se muestra cauteloso. François Bayrou aún no se ha pronunciado, pero los márgenes presupuestarios se reducen. La deducción fiscal podría convertirse en un simple recuerdo.
Una economía en busca de soluciones
El debate va mucho más allá de la cuestión de las pensiones. Para el Medef, el desafío es más amplio: ¿cómo recuperar una economía francesa bajo presión? Con un déficit público que coquetea con el 4 % del PIB, la comparación con países como Italia es impactante. Mientras nuestros vecinos transalpinos han reducido sus déficits recortando el gasto, Francia sigue dudando.
Patrick Martin llama a un «régimen» para el Estado: menos gastos sociales y una reforma de las cargas fiscales. La idea de una TVA social vuelve a surgir, al igual que la de ampliar algunas bases fiscales.
Pero el equilibrio es delicado. Reducir excesivamente las ayudas podría agudizar las tensiones sociales, mientras que aumentar los impuestos podría frenar la recuperación económica.
Finalmente, las propuestas del Medef se sitúan en un contexto global marcado por el ascenso del yuan chino y la influencia persistente de Estados Unidos. Entre Donald Trump, quien exige políticas austeras, y China que se impone en la escena económica, Francia deberá encontrar un equilibrio.
Para Martin, ha llegado el momento de reaccionar: « No podemos seguir eludiendo », afirma.
Así, el futuro de las finanzas públicas francesas parece estar suspendido a elecciones cruciales. Simplificar, reformar, recortar: tantos verbos que resuenan en las arenas políticas y sociales.
Un viento de innovación sopla, sin embargo, en el panorama fiscal. La entrada del bitcoin en el ahorro para la jubilación francés, a través de asociaciones como la entre VanEck Europe e Inter Invest, abre nuevas perspectivas. Un soplo de aire fresco para los mayores en busca de soluciones ante un futuro fiscal incierto.
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