X (Twitter) plagado de bots: CZ de Binance insta a Elon Musk a tomar medidas

Cuando Elon Musk compró Twitter por la módica suma de 44 mil millones de dólares, prometió acabar con los bots. Sin embargo, tres años después, el resultado es abrumador: la red social, rebautizada como X, está más infestada que nunca. Peor aún, los bots lucen orgullosamente su insignia azul, prueba de que algunos pagan por existir. Changpeng Zhao, alias CZ, exjefe de Binance y contribuyente a la compra de Twitter, acaba de golpear la mesa: quiere una red poblada por humanos, no por robots.

¿Musk debe escuchar a CZ y prohibir los bots?

Cansado de discutir con entidades automatizadas, Changpeng Zhao (CZ) interpela a Musk en X:

« Quiero hablar con humanos, no con bots. Las publicaciones automatizadas deberían estar prohibidas ».

Según el ex-CEO de Binance, la solución es simple: Musk debe desactivar las API que permiten a los programas publicar automáticamente.

Lejos de ser un simple capricho, esta exasperación se basa en hechos:

• Un estudio de la empresa CHEQ ya reveló en 2024 que la mayoría del tráfico en X era falso;
• La actividad de los bots se ha intensificado desde que Musk redujo en un 70 % el personal de moderación;
• Las granjas de trolls y la IA han hecho que los filtros anti-bots sean obsoletos.

CZ BNB, que de todos modos había invertido 500 millones de dólares en la compra de Twitter en 2022, se pregunta si ese dinero no habría servido mejor en otro lugar. ¿Lo escuchará Musk?

Nada es menos seguro, sobre todo porque el jefe de X parece convencido de tener una alternativa.

Elon Musk impone un impuesto para limitar los bots

Musk no se queda de brazos cruzados ante este desastre. Está preparando una nueva estrategia: cobrar a los nuevos usuarios una cuota para verificar su autenticidad. Ya se ha puesto en marcha una prueba en Nueva Zelanda y Filipinas para 2024, con una contribución anual de un dólar por el derecho a publicar, dar me gusta y comentar. Según Musk, «la IA y las granjas de trolls pueden vencer a todas las pruebas convencionales».

Pero este enfoque podría destruir uno de los pilares de las redes sociales: que son gratuitas.

Este modelo también podría emularse. Si X impone una cuota de suscripción, ¿por qué no iban a seguir su ejemplo Facebook, TikTok o Instagram? Sobre todo teniendo en cuenta que Netflix ha allanado el camino con su prohibición de compartir cuentas, desatando una oleada de imitaciones en streaming.

Por último, ¿no corre Musk el riesgo de acabar con su propia red social con medidas radicales? Si proliferan los bots, los usuarios reales bien podrían acabar desertando de X…

Elon Musk y CZ tenían razón: Twitter, ahora X, estaba plagada de bots. Sin embargo, a pesar de todas las promesas y los millones invertidos, nada ha cambiado realmente. Tres años después, la red social sigue pareciendo un campo de robots. ¿Nuevo jefe, mismos problemas?