Trump regresa : ¿Escalarán las tensiones comerciales con China?
Apenas reelegido, Donald Trump expresa sus intenciones de continuar una política proteccionista sin concesiones, y busca imponer derechos de aduana récord en las importaciones chinas. Un enfoque que recuerda su primer mandato, donde severas sanciones aduaneras habían creado un precedente en la guerra comercial sino-estadounidense. Pero esta vez, en un contexto post-pandémico donde la economía mundial sigue siendo frágil, las repercusiones podrían ser más significativas. Mientras Pekín aboga por el diálogo, el mundo se prepara para una nueva fase de confrontación comercial con efectos potencialmente globales.
Un tira y afloja arancelario sin concesiones
Donald Trump, recién llegado a la escena política, ha expresado su voluntad de imponer aranceles del 10 % al 20 % sobre todos los productos importados a los Estados Unidos. En lo que respecta a los bienes provenientes de China, las tasas podrían alcanzar niveles sin precedentes, entre el 60 % y el 100 %. Según Steven Mnuchin, exsecretario del Tesoro bajo Trump, estas medidas son necesarias, ya que según él, «China no respeta todo lo que se firmó en la primera fase del acuerdo comercial». A través de la imposición de tales impuestos, Trump desea «forzar a Pekín a regresar a la mesa de negociaciones» y restablecer una equidad que su administración considera comprometida por prácticas comerciales chinas que se consideran proteccionistas. Mnuchin precisa: «tenemos interacciones comerciales unidireccionales. Nuestro mercado está totalmente abierto a su comercio y sus inversiones, el suyo está cerrado».
El objetivo de esta estrategia es doble. Por un lado, busca crear un apalancamiento para obligar a China a abrir más su mercado a las empresas estadounidenses, y por otro lado, también busca financiar las reducciones de impuestos que Trump pretende instaurar para las empresas estadounidenses. De hecho, esta política proteccionista se inserta en una visión económica donde la imposición de impuestos a las importaciones chinas podría, en teoría, permitir a Estados Unidos recuperar parte de su déficit comercial y estimular la industria doméstica. Sin embargo, la eficacia de tal enfoque sigue siendo debatida, ya que algunos economistas advierten sobre los efectos de represalia de China y las posibles consecuencias para el consumidor estadounidense.
Un llamado al diálogo y advertencias de Pekín
Frente a esta ofensiva estadounidense, China ha reaccionado a través de un llamado a la «cooperación». Ha advertido sobre los efectos de una escalada. Para el presidente chino Xi Jinping, no habría «ganadores en una guerra comercial», y esta podría perjudicar a ambos países involucrados, así como a la economía mundial. De hecho, Pekín intenta mantener una posición moderada, y subraya que la apertura de discusiones es preferible a confrontaciones que podrían llevar a una espiral de medidas y represalias. Sin embargo, a través del recordatorio de las dificultades planteadas por la pandemia de Covid-19 que impidieron a China cumplir plenamente con los términos del acuerdo comercial de 2020, Pekín intenta ralentizar y permanece atenta a las intenciones reales de Washington.
Mientras Trump y su equipo cuentan con sanciones arancelarias para crear presión económica, China, por su parte, podría considerar contramedidas. Sin embargo, Pekín parece apostar por el mantenimiento de los canales de comunicación, consciente de que las repercusiones de un gran enfrentamiento comercial podrían ser perjudiciales para su economía que ya está en fase de desaceleración. La prudencia mostrada por Xi Jinping también se explica por la voluntad de fortalecer los lazos con otros socios económicos, como la Unión Europea, que podría encontrarse en una posición estratégica frente a estas tensiones.
Si esta política de endurecimiento continúa, los impactos podrían superar el marco de una simple rivalidad comercial sino-estadounidense. Europa podría verse tentada a reforzar sus propias barreras comerciales para proteger su mercado frente a las fluctuaciones de las tarifas globales. En esta óptica, las empresas estadounidenses y chinas, por su parte, tendrán que ajustar sus cadenas de suministro y sus estrategias internacionales para responder a las nuevas restricciones. El resultado de esta guerra comercial podría también influir en las políticas comerciales de otros países, que tendrán que navegar entre las dos superpotencias para evitar repercusiones económicas significativas.
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Diplômé de Sciences Po Toulouse et titulaire d'une certification consultant blockchain délivrée par Alyra, j'ai rejoint l'aventure Cointribune en 2019. Convaincu du potentiel de la blockchain pour transformer de nombreux secteurs de l'économie, j'ai pris l'engagement de sensibiliser et d'informer le grand public sur cet écosystème en constante évolution. Mon objectif est de permettre à chacun de mieux comprendre la blockchain et de saisir les opportunités qu'elle offre. Je m'efforce chaque jour de fournir une analyse objective de l'actualité, de décrypter les tendances du marché, de relayer les dernières innovations technologiques et de mettre en perspective les enjeux économiques et sociétaux de cette révolution en marche.
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