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Trump desató el caos económico mundial

Mié 23 Abr 2025 ▪ 7 min de lectura ▪ por Satosh
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Estados Unidos acaba de prohibir a Nvidia exportar sus chips H20 a China, provocando una onda de choque en los mercados. Esta decisión conlleva una pérdida colosal de 5,5 mil millones de dólares para el gigante tecnológico estadounidense. Con Trump, asistimos a la transición de una guerra comercial a una guerra económica total entre Estados Unidos y China.

Donald Trump con expresión amenazadora, con el telón de fondo de gráficos bursátiles en picado y símbolos financieros en crisis.

En resumen

  • Estados Unidos prohíbe la exportación de chips Nvidia H20 a China, provocando una pérdida de 5,5 mil millones de dólares para la empresa.
  • Esta decisión marca una nueva escalada en una guerra tecnológica centrada en el dominio de la inteligencia artificial.
  • Esta crisis podría ser más profunda que la de 2008, poniendo en tela de juicio la supremacía del dólar.
  • Se vislumbra una desvinculación económica mundial con la creación de dos bloques tecnológicos distintos: EE.UU. vs China.

Nvidia se desploma tras las decisiones de Trump

El martes 15 de abril, Nvidia anunció un cargo excepcional de 5,5 mil millones de dólares vinculado a la prohibición de exportar sus chips H20 a China. Esta decisión del gobierno estadounidense representa mucho más que una simple pérdida financiera para la empresa. Simboliza un endurecimiento radical de la postura estadounidense frente a Pekín.

Tras este anuncio, la acción de Nvidia cayó un 6 %, arrastrando a todo el Nasdaq que perdió un 2 % incluso antes de la apertura de los mercados. Esta reacción ilustra la importancia estratégica de esta empresa, considerada la punta de lanza tecnológica de 2024 con rendimientos bursátiles excepcionales hasta ahora.

Esta restricción no es trivial. Anteriormente, Nvidia podía exportar a China chips menos potentes, mientras que los más avanzados se reservaban para el mercado estadounidense y sus aliados. Ahora, el gobierno estadounidense impone sin demora una licencia obligatoria para toda exportación de chips a China, incluyendo aquellos diseñados específicamente para eludir las restricciones anteriores.

Trump declara la guerra tecnológica

Lo que empezó con aranceles bajo la administración Trump ha evolucionado ahora hacia un enfrentamiento tecnológico estratégico. Estados Unidos ya no se conforma con gravar los productos chinos; ahora busca bloquear el acceso de China a la batalla por el dominio en IA, considerada la próxima revolución industrial.

La aparición de DeepSeek este año ha dejado marca. Esta startup china, con pocos recursos, ha realizado avances considerables en inteligencia artificial, sacudiendo la confianza estadounidense. Este evento, seguido por un primer desplome de Nvidia, puede considerarse el detonante del inicio de esta crisis bursátil.

La administración estadounidense, asesorada por Elon Musk, justifica su estrategia por la necesidad de preservar su superioridad tecnológica frente a un competidor percibido como amenaza. Con esta prohibición, Washington busca mantener una ventaja decisiva en el ámbito de la IA privando a su rival de los componentes esenciales para su desarrollo tecnológico.

Hacia un mundo multipolar

Estamos asistiendo a la emergencia de una desconexión profunda entre dos superpotencias que va mucho más allá del caso Nvidia. Este fenómeno ya es observable con Huawei, cuyos productos están prohibidos en Estados Unidos por razones de seguridad nacional.

Esta desconexión implica una duplicación de las cadenas de producción, normas e infraestructuras. A largo plazo, los países podrían verse obligados a elegir bando conforme al principio «o estás con nosotros, o estás contra nosotros». Una filosofía que recuerda la retórica de la era Bush post-11 de septiembre.

Las consecuencias para la economía mundial son considerables. Los consumidores podrían pagar más por sus productos a causa de esta duplicación de sistemas de producción. La innovación podría también desacelerarse y los márgenes de las empresas disminuir. Algunos analistas no dudan en hablar del fin de la globalización tal como la hemos conocido, en favor de un mundo organizado en dos bloques geopolíticos cerrados.

Trump ha alterado los mercados

Esta nueva realidad geopolítica conlleva una profunda revisión de las valoraciones bursátiles. Tradicionalmente, las empresas tecnológicas como Nvidia se valoran en función de sus ganancias futuras previstas. El cierre del mercado chino impone ahora una revisión a la baja de las ganancias esperadas para muchas compañías.

El impacto se extiende mucho más allá del sector tecnológico. LVMH también sufre una fuerte caída, señal de que los mercados anticipan una desaceleración económica global ligada a esta fragmentación. A pesar de los mínimos recientes, la tendencia bajista podría persistir mientras el mercado no haya integrado plenamente esta nueva realidad.

A diferencia de la crisis de 2008, centrada en el sector financiero, enfrentamos una crisis sistémica que pone en cuestión los mismos fundamentos de la economía mundial. El choque sin precedentes para los mercados podría durar mucho más que un simple crash técnico, con rebotes temporales dentro de una tendencia globalmente negativa.

¿Hacia el fin del dólar?

Más allá de los mercados bursátiles, este enfrentamiento sino-estadounidense podría tener repercusiones sobre la supremacía del dólar como moneda de referencia mundial. Tradicionalmente, en tiempos de incertidumbre, los inversores acudían a los bonos estadounidenses, considerados el activo refugio por excelencia.

Por primera vez, esta dinámica parece cuestionarse. La deuda pública estadounidense ya no atrae tanto a los inversores, preocupados por su sostenibilidad a largo plazo. Paralelamente, China desarrolla activamente su yuan digital con el objetivo de competir con la dominación del dólar.

Si los tipos de interés estadounidenses aumentaran fuertemente debido a una pérdida de confianza en la deuda estadounidense, la carga de esta deuda explotaría, provocando potencialmente una crisis mucho más grave que la actual. El desafío supera ampliamente el marco de un simple conflicto comercial.

En este contexto de trastorno económico mundial provocado por Trump, el caso Nvidia aparece como una llamada de alerta que anuncia transformaciones más profundas. La prudencia sigue siendo necesaria para los inversores, aunque puedan surgir oportunidades en este nuevo panorama geopolítico fragmentado. Porque más allá de los mercados, es la posición del dólar la que está en entredicho.

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Satosh

Cada día trato de enriquecer mis conocimientos sobre esta revolución que permitirá a la humanidad avanzar en su búsqueda de libertad.

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