La inteligencia artificial se ha convertido en un tema estratégico importante. Desde Estados Unidos hasta China, pasando por Europa, las potencias económicas compiten por dominar este sector clave. Lejos de quedarse al margen, India ha anunciado recientemente el desarrollo de su propio modelo de IA generativa, previsto para 2025. Con una adquisición masiva de procesadores gráficos y un plan de inversión de 20 mil millones de dólares en infraestructuras, el país muestra una ambición clara: fortalecer su soberanía digital y afirmar su autonomía tecnológica. Esta iniciativa llega en un momento en que las tensiones tecnológicas entre Washington y Pekín se endurecen y las restricciones estadounidenses sobre los chips de Nvidia complican el acceso a tecnologías avanzadas. Al mismo tiempo, la aparición de modelos de código abierto como DeepSeek R1 está cambiando las reglas del juego, lo que demuestra que es posible desarrollar una IA eficaz sin disponer de los mismos recursos que los gigantes del sector.