La idea de un impuesto sobre la renta ha sido durante mucho tiempo un pilar de la política fiscal de los Estados Unidos. Sin embargo, Donald Trump busca cuestionar este modelo y propone reemplazarlo completamente por un sistema de impuestos sobre las importaciones. Un estudio realizado por Dancing Numbers afirma que este proyecto podría generar importantes ahorros para los estadounidenses, es decir, 134,809 dólares por individuo, y hasta 325,561 dólares al eliminar otros gravámenes sobre los ingresos del trabajo. Pero esta propuesta, si llegara a materializarse, no estaría exenta de consecuencias, tanto para los consumidores como para la economía global. Entre la promesa de un mayor poder adquisitivo y los riesgos de tensiones comerciales, esta reforma fiscal ya está generando debate.