El comercio mundial atraviesa un período marcado por tensiones crecientes, donde la diplomacia y la economía se entrelazan en rivalidades estratégicas. De hecho, la apertura por parte de China de una investigación antidumping sobre las importaciones de cognac europeo indica un nuevo frente en el conflicto comercial con la Unión Europea. Este movimiento, percibido como una respuesta directa a las acusaciones europeas contra las subvenciones chinas a los vehículos eléctricos, refleja una escalada de las represalias económicas entre dos potencias importantes. Un asunto así va más allá de una simple disputa comercial. Plantea preguntas fundamentales sobre el equilibrio de los intercambios internacionales y el papel de instituciones como la Organización Mundial del Comercio para arbitrar estas disputas en un contexto de rivalidades cada vez más complejas.