Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales vuelven a surgir, reavivando el espectro de una nueva guerra económica. Washington ha anunciado un aumento de los aranceles que afecta a Canadá, México y China, una decisión que marca el regreso del proteccionismo característico de Donald Trump. Esta ofensiva arancelaria ha desencadenado de inmediato reacciones en todas partes, especialmente en Europa, donde la Comisión Europea está monitoreando la situación con atención. Si bien la Unión Europea aún no se ha visto afectada directamente, Bruselas teme una ampliación de las medidas estadounidenses y advierte que no se quedará pasiva. La Comisión ya ha expresado su firme desacuerdo con esta política y ha declarado estar lista para adoptar medidas de represalia para proteger los intereses económicos del continente. Ante esta nueva ofensiva comercial de Estados Unidos, el riesgo de una escalada entre los dos bloques no puede ser descartado.