El Dogecoin vuelve a parpadear en los radares. A 0,13 $, oscila al borde de un precipicio técnico... o de un trampolín. Los gráficos susurran una historia contradictoria: indicadores en sobreventa, soportes históricos debilitados, pero también señales que han precedido rallies de +400 % en 2024. Entonces, ¿es el DOGE una pepita ignorada o una trampa para especuladores? Los expertos en criptomonedas se inclinan por la primera opción. Con la condición de que las estrellas se alineen.