Con más de 47 millones de usuarios, Pi Network intriga tanto como divide. Impulsada por una ambición móvil, esta criptomoneda, a pesar de su adopción masiva, sigue ausente de las principales plataformas de intercambio como Binance o Bybit. Esta ausencia plantea interrogantes sobre la transparencia del proyecto y sus elecciones estratégicas, en contra de los estándares exigidos por los intercambios centralizados y los inversores institucionales.