Bajo la presión de un crecimiento a la baja y de una inestabilidad geopolítica duradera, el gobierno implementa una cura de austeridad sin precedentes. Por decreto oficial, se anulan 3,1 mil millones de euros en créditos para 2025, signo de una reorientación presupuestaria decidida. El objetivo es mantener el rumbo de la recuperación de las finanzas públicas frente a un contexto económico debilitado. Los recortes afectarán de lleno a sectores estratégicos como la ecología, la economía y la investigación, lo que revela las prioridades de una gestión pública ahora bajo tensión.