Este asunto no es más que una pieza del vasto rompecabezas de las sanciones económicas contra Rusia, pero ilustra la dificultad de rastrear y confiscar activos adquiridos mediante complejas estructuras financieras. A medida que la justicia francesa intensifica sus esfuerzos, la presión internacional por una mayor transparencia financiera se intensifica. Los próximos pasos de esta investigación, y los que vendrán, podrían redefinir las herramientas en la lucha contra el crimen financiero transnacional. Así, las implicaciones para los oligarcas rusos y sus redes en Europa son inmensas, y este tipo de acciones podría inspirar a otras jurisdicciones a actuar.