El frágil equilibrio del conflicto en Ucrania acaba de experimentar un nuevo giro. Donald Trump, el presidente estadounidense, ha mencionado la posibilidad de imponer sanciones bancarias masivas y altos aranceles contra Rusia. Esta declaración se produce mientras Moscú intensifica sus ataques a las infraestructuras ucranianas, y la posición de Washington oscila entre el apoyo condicional a Kiev y la búsqueda de una solución diplomática. Sin embargo, esta postura de firmeza viene acompañada de decisiones contradictorias, lo que genera interrogantes sobre las verdaderas intenciones de Trump en materia de política exterior.