Los BRICS continúan redefiniendo el panorama geopolítico mundial. A medida que el grupo se expande y busca fortalecer su influencia, sus relaciones con Occidente se tensan. El último episodio: Irán, nuevo miembro del bloque, ha rechazado categóricamente cualquier negociación con Estados Unidos. "Negociar con América no resuelve ninguno de nuestros problemas", declaró Teherán. Se trata de un rechazo firme a cualquier apertura diplomática con Washington. Este posicionamiento, mucho más que una simple declaración política, ilustra una fractura creciente entre los BRICS y las potencias occidentales.