Las criptomonedas a menudo han sido percibidas como un desafío para los reguladores, pero raramente un Estado había golpeado tan fuerte. De hecho, Nigeria, una de las economías más influyentes de África, acaba de presentar una demanda importante contra Binance, la plataforma de intercambio de criptomonedas más grande del mundo. El gobierno reclama 81.5 mil millones de dólares, una suma colosal que, según las autoridades nigerianas, corresponde a impuestos no pagados y a daños económicos importantes. Este caso marca una nueva escalada en la lucha entre los Estados y los gigantes del sector cripto. Entre acusaciones de fraude fiscal, detenciones de empleados y presiones diplomáticas, Binance se encuentra en el centro de un litigio que supera con creces el ámbito jurídico.