El ecosistema de las criptomonedas está en constante evolución, marcado por ciclos de euforia y corrección. En los últimos meses, el entusiasmo por los memecoins, esos activos altamente especulativos, parecía indicar una nueva ola de exuberancia pasajera. Sin embargo, se está produciendo un cambio: el bitcoin y las blockchains de capa 1 están recuperando gradualmente el protagonismo, un fenómeno que podría marcar un giro decisivo para el mercado. Los inversores parecen alejarse de las apuestas arriesgadas en favor de activos más robustos y funcionales, una evolución que no es trivial. Según Santiment, la atención de los traders se está enfocando ahora en las criptomonedas fundamentales, en detrimento de los activos ultraespeculativos. Esta reorientación podría reflejar una conciencia colectiva.