El paisaje financiero europeo acaba de experimentar un cambio importante con la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de bajar sus tasas de interés en 0,25 puntos porcentuales. Una medida que no pasa desapercibida en un contexto donde el acceso al crédito hipotecario sigue siendo un tema clave para los hogares y los inversores. Esta disminución podría estimular la demanda y redefinir las dinámicas del mercado, pero los observadores siguen divididos sobre su alcance real.