Desde hace dos años, el mercado inmobiliario francés atraviesa una profunda crisis, alimentada por el aumento de los precios y la dificultad de acceso al crédito. Ante esta situación crítica, François Bayrou, Primer Ministro, ha presentado un conjunto de medidas destinadas a revitalizar este sector crucial para la economía nacional. Centradas en incentivos fiscales, un apoyo reforzado a la construcción y ajustes regulatorios, estas propuestas buscan abordar los desafíos actuales con el fin de tener en cuenta los problemas sociales y medioambientales. Si bien estas iniciativas suscitan la esperanza de una recuperación, también generan numerosas interrogantes sobre su eficacia y su implementación.