Las previsiones de las grandes instituciones financieras son a menudo escrutadas con atención por los inversores. De hecho, cuando un banco de renombre como Standard Chartered revisa drásticamente a la baja su objetivo de precio para Ethereum (ETH), la noticia no pasa desapercibida. De un optimismo marcado de 10,000 dólares para 2025, el banco reduce su estimación a 4,000 dólares, lo que representa una división por más de dos de su pronóstico anterior.