El Medio Oriente está experimentando actualmente una profunda reconfiguración de sus alianzas y rivalidades históricas. El colapso progresivo del régimen sirio y el debilitamiento de Irán están redistribuyendo las cartas en una región ya inestable. Esta nueva dinámica está haciendo emerger a Turquía como una potencia expansionista regional, empujando potencialmente a Israel y a algunos países árabes hacia una alianza sin precedentes.