En el transcurso de unos pocos minutos, el bitcoin superó un umbral simbólico: 82,000 $. Una ascensión vertiginosa, directamente relacionada con el anuncio sorpresa de Donald Trump. El presidente estadounidense decretó un alto el fuego de 90 días sobre los aranceles recíprocos con varios países, al tiempo que endureció el tono frente a China. Los mercados, sedientos de certezas, reaccionaron en cascada. Pero detrás de estas cifras espectaculares se oculta una realidad más compleja: el bitcoin, lejos de ser solo un activo especulativo, se impone como un barómetro de las tensiones geopolíticas.