Desde hace unos meses, los inversores estadounidenses tienen la vista puesta en los ETF de ETH, esos famosos fondos cotizados en bolsa que permiten una exposición simplificada a la segunda criptomoneda más grande del mundo. Pero, ¿qué explica este repentino entusiasmo? La respuesta se encuentra en una mezcla explosiva de innovaciones, promesas de rendimiento y una regulación en plena transformación.