En 2024, las criptomonedas han alcanzado un hito capital, con su integración creciente en los sistemas financieros globales. Este año ha estado marcado por iniciativas importantes, impulsadas por regulaciones ambiciosas y proyectos estratégicos de gran envergadura. En Estados Unidos, la potencial adopción de la Ley Bitcoin ha abierto la puerta a discusiones sobre el papel de las criptos en la soberanía económica. En Europa, el marco regulatorio MiCA ha establecido reglas inéditas para estabilizar los mercados y proteger a los inversores. Al mismo tiempo, América Latina se ha afirmado como un actor clave, con asociaciones innovadoras como la de El Salvador y Argentina, lo que consolida su posición frente a los desafíos económicos locales. Estos avances son testimonio de un movimiento global a favor de la adopción de estos activos, y esbozan una nueva trayectoria para la industria de las criptomonedas y sus implicaciones futuras.