Mientras los bancos centrales del mundo se agotan en una interminable carrera por la impresión de dinero, François Asselineau, presidente de la UPR, propone un giro radical: integrar entre un 5 y un 10 % de bitcoin en las reservas del Banco de Francia. Una idea que sacude las certezas económicas tradicionales y cuestiona nuestra relación con la soberanía. Detrás de esta propuesta, un constatación implacable: el Bitcoin no es una simple criptomoneda, sino una herramienta de resistencia frente al desgaste de las libertades financieras.