El mercado inmobiliario está en el centro de las preocupaciones en 2025, y atrae tanto la atención de los inversores como de los compradores de vivienda por primera vez y los economistas. Esta evolución de las tasas de crédito hipotecario, verdadero indicador de la salud económica y financiera, juega un papel decisivo en esta dinámica. Entre 2023 y 2024, las tasas han experimentado una disminución significativa. Así, pasan del 4,5 % al 3,23 %, una evolución que ilustra tanto los efectos de las políticas monetarias flexibles del Banco Central Europeo como la estrategia de los bancos para estimular el acceso a la propiedad. Esta disminución no es solo una estadística. Ya ha permitido aumentar la capacidad de endeudamiento de miles de hogares, lo que crea una oportunidad sin precedentes para relanzar un mercado aún frágil. En un contexto marcado por una competencia aumentada entre las instituciones financieras, esta tendencia podría intensificarse en 2025, lo que dejaría entrever una nueva fase de crecimiento para el sector inmobiliario.