Las decisiones de los gobiernos sobre las criptomonedas a menudo tienen un impacto importante en los mercados, pero la magnitud de la reciente acción de China constituye un cambio significativo. Pekín ha vendido 194,000 bitcoins, incautados en 2019 durante la desarticulación de la red PlusToken, uno de los mayores esquemas Ponzi en la historia de las criptomonedas. Con un valor cercano a 19.7 mil millones de dólares, esta liquidación masiva suscita interrogantes sobre sus implicaciones económicas y ilustra la creciente complejidad de las relaciones entre los Estados y las criptomonedas. Mientras que el bitcoin sigue consolidándose como una reserva de valor mundial, este gesto de China subraya el papel estratégico que los gobiernos pueden desempeñar en la evolución de este ecosistema en rápida transformación.