¿Stagflación en EE.UU.? La economía en zona de riesgo
La economía estadounidense atraviesa una zona de turbulencias. Entre una inflación aumentada y un marcado desaceleramiento del crecimiento, un espectro olvidado hace tiempo vuelve a surgir: la estanflación. Este fenómeno, que combina la stagnación económica y el aumento de precios, recuerda las crisis de los años 70. Hoy en día, las nuevas políticas arancelarias de Donald Trump reavivan los temores de un regreso a aquella época donde el crecimiento estaba estancado y el poder adquisitivo se erosionaba a gran velocidad. La decisión del presidente estadounidense de imponer pesadas tarifas sobre las importaciones chinas, mexicanas y canadienses plantea numerosas preguntas sobre sus efectos reales en la economía. Mientras la Reserva Federal se encuentra bajo presión, los mercados tambalean y las empresas se preocupan por las repercusiones en su rentabilidad.
Los aranceles de Trump: una apuesta arriesgada por la economía estadounidense
La administración Trump ha decidido endurecer el tono sobre las importaciones, con aumentos de tarifas arancelarias que impactan de lleno a varios socios comerciales importantes. De hecho, el presidente anunció un aumento del 25 % sobre los productos provenientes de México y Canadá, así como un duplicado de los derechos de aduana sobre las importaciones chinas, que ahora ascienden al 20 %. «Finalmente vamos a restaurar el equilibrio comercial y proteger nuestras industrias nacionales», declaró durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Pero en el terreno, el impacto ya se siente. Según un informe del departamento de Comercio, el consumo de los hogares disminuyó en enero, lo que representó su mayor caída en casi cuatro años. Al mismo tiempo, los precios en la producción han aumentado, lo que ha alimentado aún más la inflación. Las empresas comienzan a sonar la alarma: Target, uno de los mayores minoristas del país, advirtió que sus márgenes se verían «significativamente afectados» por el aumento de los costos de importación. En el sector manufacturero, el índice ISM muestra que la actividad industrial se está desacelerando, con una caída en los nuevos pedidos y un aumento drástico en los costos de las materias primas.
Los mercados bajo presión : entre incertidumbre y fuga hacia valores refugio
Mientras los efectos de los aranceles comienzan a pesar sobre la economía real, los mercados financieros no se quedan atrás. Desde principios de marzo, el Dow Jones ha perdido un 4,5 %, lo que ha borrado las ganancias logradas tras la reelección de Trump en noviembre pasado. Este movimiento bajista refleja la creciente desconfianza de los inversores, que temen que la economía estadounidense se vea atrapada en una espiral negativa que combina inflación y estancamiento. «Estamos observando un colapso de la confianza de los consumidores y un aumento vertiginoso de la incertidumbre», explica Mark Hackett, estratega jefe de Nationwide.
Los inversores reaccionan y se vuelcan masivamente hacia los bonos del Estado, lo que provoca una caída del rendimiento del bono a 10 años estadounidense al 4,2 %. Este fenómeno, conocido como inversión de la curva de tasas, es históricamente una señal anticipada de recesión. Al mismo tiempo, otros activos alternativos se benefician de esta inestabilidad: el oro y el bitcoin registran un aumento, lo que confirma su estatus de valores refugio en tiempos de crisis. Así, la cuestión ya no es si la economía va a desacelerarse, sino más bien a qué velocidad y con qué intensidad.
La aceleración de la inflación combinada con una desaceleración del crecimiento coloca a la Reserva Federal en un punto muerto estratégico. ¿Debería bajar las tasas para reactivar la actividad, a riesgo de agravar el aumento de precios? ¿O al contrario, mantenerlas en un nivel alto, incluso a costa de acentuar la desaceleración económica? Una decisión delicada que recuerda las difíciles elecciones de los años 70, cuando la Fed terminó sacrificando el crecimiento para contener la inflación. Mientras tanto, las empresas, los inversores y los consumidores permanecen pendientes de los próximos indicadores económicos. Si la estanflación se instalara de forma duradera, podría marcar un cambio en la política monetaria y fiscal estadounidense. Pero más allá de los Estados Unidos, esta incertidumbre podría propagarse a los mercados globales, creando un nuevo ciclo de inestabilidad.
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Diplômé de Sciences Po Toulouse et titulaire d'une certification consultant blockchain délivrée par Alyra, j'ai rejoint l'aventure Cointribune en 2019. Convaincu du potentiel de la blockchain pour transformer de nombreux secteurs de l'économie, j'ai pris l'engagement de sensibiliser et d'informer le grand public sur cet écosystème en constante évolution. Mon objectif est de permettre à chacun de mieux comprendre la blockchain et de saisir les opportunités qu'elle offre. Je m'efforce chaque jour de fournir une analyse objective de l'actualité, de décrypter les tendances du marché, de relayer les dernières innovations technologiques et de mettre en perspective les enjeux économiques et sociétaux de cette révolution en marche.
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