Regulación o prohibición de Bitcoin: La solución radical de la Fed

El Bitcoin, con su oferta limitada y su naturaleza descentralizada, está perturbando los modelos económicos tradicionales y obliga a algunos actores a considerar medidas radicales. Es en este contexto que la Reserva Federal de Minneapolis ha publicado recientemente un informe explosivo que sugiere que para mantener déficits permanentes, los gobiernos deberían o bien gravar, o claramente prohibir el Bitcoin. Tal declaración impactante se produce en un momento en que Estados Unidos lucha por contener su deuda nacional, que alcanza niveles récord, y la regulación de las criptomonedas se convierte en un tema sensible.

Las recomendaciones drásticas de la Fed de Minneapolis

En un informe publicado el 17 de octubre de 2024, la Reserva Federal de Minneapolis no escatima en palabras. Para permitir a los gobiernos mantener déficits permanentes, el Bitcoin debe ser o gravado o prohibido. « Una prohibición legal contra el Bitcoin puede restaurar la implementación única de déficits primarios permanentes, así como lo haría un impuesto sobre el Bitcoin », se puede leer en el informe. Este documento se basa en una modelización matemática que informa sobre lo que la Fed llama una « trampa de presupuesto equilibrado » provocada por la existencia de activos privados como el Bitcoin. En otras palabras, la naturaleza descentralizada y de oferta fija del Bitcoin impide a los estados manipular eficazmente su deuda pública, lo que les obliga a equilibrar sus cuentas, un escenario que la Fed considera insostenible a largo plazo.

El informe se publica en un contexto donde Estados Unidos enfrenta una deuda nacional que supera los 35,7 billones de dólares, con un déficit primario que alcanza 1,8 billones de dólares. Esta situación se agrava por un aumento en los costos de intereses sobre la deuda, estimado en 29 % para el año fiscal 2024. Según la Fed, la proliferación de activos como el Bitcoin representa un obstáculo importante en la gestión de estos déficits, mediante la creación de una alternativa atractiva al sistema financiero tradicional, lo que justifica una intervención firme.

Las reacciones y las implicaciones para el sector cripto

Las reacciones al informe de la Fed de Minneapolis no se hicieron esperar. Matthew Sigel, responsable de investigación sobre criptomonedas en VanEck, denunció lo que él llama un ataque coordinado contra el Bitcoin. « La Fed de Minneapolis fantasea con una prohibición legal y impuestos adicionales sobre el Bitcoin para garantizar que la deuda pública siga siendo el único activo sin riesgo », afirmó. Este comentario resuena con posiciones similares adoptadas actualmente por el Banco Central Europeo, que también ha sugerido que el Bitcoin podría ser regulado de manera que frene su crecimiento o incluso ser eliminado del mercado financiero tradicional.

Dichas recomendaciones plantean aún más preguntas sobre el futuro del Bitcoin. Mientras que algunos ven en estos llamados a una tributación o prohibición una prueba del peligro que representa la criptomoneda para los sistemas financieros existentes, otros creen que tal regulación podría, por el contrario, reforzar la adopción del Bitcoin como un activo de resistencia frente a las finanzas centralizadas. A largo plazo, esta presión regulatoria podría empujar al Bitcoin a reposicionarse como una herramienta de escape frente a las políticas monetarias inflacionistas, o por el contrario, frenar su adopción en jurisdicciones donde las autoridades tomen medidas represivas.

El informe de la Fed de Minneapolis eleva el debate sobre la regulación de las criptomonedas a otro nivel, ya que aboga abiertamente por medidas radicales contra el Bitcoin para preservar la viabilidad de las deudas públicas. Sin embargo, las implicaciones de tales políticas están lejos de ser simples. Mientras que algunos gobiernos podrían sentirse tentados a seguir este enfoque, la pregunta sigue siendo: ¿hasta dónde están dispuestos a llegar para contrarrestar el ascenso de las criptomonedas? En los meses y años venideros, la batalla entre las finanzas tradicionales y la innovación descentralizada solo se intensificará, y los reguladores se enfrentarán a una elección crucial: ¿adaptarse o luchar contra un fenómeno que parece inexorable?