¿Quién es Mark Karpelès?
Forma parte de los que han marcado la historia del bitcoin. Mark Karpelès fue el CEO de la plataforma de intercambio de criptomonedas Mt. Gox, alguna vez líder del mercado, y que sin embargo quebró en condiciones deplorables. Pero más allá de esta etiqueta controvertida, también jugó un papel importante en el desarrollo del proyecto de Satoshi Nakamoto. De «barón del bitcoin» a paria, exploremos el camino atípico de este geek que dejó su huella en la actualidad mundial en 2014.
Educación
Mark Karpelès nació el 1 de junio de 1985 en Chenôve, en Francia. Desde muy joven, se apasionó por la programación informática. A la edad de 3 años, escribió su primer programa.
En realidad, durante su infancia, Mark dedicó gran parte de su tiempo libre a la creación de mini-juegos de video. Creció en Dijon donde realizó parte de su educación.
Muy curioso por naturaleza, tenía la capacidad de aprender con mucha facilidad diversos campos. De la informática a la electrónica, pasando por la física cuántica y la cocina. Su madre, que lo encontraba precoz, le hizo pasar un test de CI. Este lo situó por encima de la media.
En 1992, el pequeño se trasladó a París para continuar sus estudios en una escuela para superdotados.
Carrera
Después de obtener su bachillerato en 2003, Mark decidió dejar los estudios y lanzarse a la vida activa. Fue contratado como desarrollador por las empresas de creación de videojuegos Linux Cyberjoueurs y Eurocenter Games.
Al cabo de solo dos años, la colaboración con Stéphane Portha, el propietario de estas dos estructuras, se agrió. Karpelès decidió entonces renunciar.
Más tarde, Portha lo acusa de haber accedido fraudulentamente a datos confidenciales en el marco de uno de sus proyectos. El ex jefe, ofendido, le interpuso un juicio por piratería informática. Ya deprimido, el francés de 20 años se encontró en el desempleo y amenazado por una acción legal.
Mientras tanto, había lanzado un blog en el que compartía regularmente consejos sobre programación y seguridad informática con el seudónimo MagicalTux. Las dificultades que atraviesa lo llevan a refugiarse en este personaje ficticio cuyos artículos son muy apreciados en Internet.
Después de este primer fracaso profesional, Mark intenta una nueva incursión en el mundo laboral con la startup de comercio electrónico NexWay. Esta vez, aunque está bien pagado, Karpelès siente la necesidad de cambiar de rumbo.
Mudanza a Japón y descubrimiento del bitcoin
A la edad de 24 años, el fan de manga se mudó a Tokio, Japón, para vivir su sueño de infancia. Solo le tomó unos meses aprender a hablar japonés con fluidez.
En octubre de 2009, Karpelès crea su propia empresa en el marco de una colaboración con su nuevo amigo Julien Laglasse. Llamada Tibanne, en homenaje a su gato, la empresa está especializada en el desarrollo y alojamiento de sitios web.
Todo iba bien hasta 2010, fecha en que comienza el juicio iniciado por su antiguo empleador. Convencido de su inocencia, Mark no se presentó ante el tribunal. Dicho esto, fue condenado a un año de prisión y a 45 000 euros de daños e intereses.
En 2010, uno de sus clientes le propuso pagar sus servicios en bitcoins. Intrigado por esta tecnología, el francés aceptó. Luego, decidió rápidamente generalizar este nuevo modo de pago a toda su empresa. Tibanne se convirtió así en una de las pocas empresas, quizás incluso la primera en aceptar pagos en BTC.
La adquisición de Mt. Gox
Convencido del potencial de esta moneda virtual, Karpelès quería formar parte de esta revolución. Así, cuando Jed McCaleb le propuso comprar Mt. Gox, su startup especializada en la compra y venta de bitcoins, no pudo resistirse a la oportunidad.
El problema es que en ese momento, Mark no tenía suficientes fondos para adquirir la plataforma de intercambio. Pero Jed le ofreció un descuento mensual sobre sus futuros beneficios para permitirle liberarse de su deuda.
Además, el intercambio presentaba un déficit de 80 000 bitcoins debido a un hackeo. Pero McCaleb tranquilizó a Mark diciendo que la actividad del sitio le permitiría tapar el agujero de tesorería muy rápidamente.
En 2011, el superdotado dijonés adquirió una participación mayoritaria (88%) en el capital de MtGox y se convirtió en su CEO.
En poco tiempo, lo convirtió en la principal plataforma de intercambio de bitcoins. En su apogeo, la estructura trataba el 76% de los intercambios mundiales, con alrededor de 6 millones de dólares en transacciones por día.
Mientras tanto, la cobertura mediática del bitcoin provocó una auténtica fiebre del oro digital. Así fue como Mt. Gox, que concentraba la gran mayoría del suministro de BTC, se convirtió en un objetivo de elección para los cibercriminales.
La Fundación Bitcoin
Mark Karpelès fue un colaborador comprometido del proyecto de Satoshi Nakamoto. En 2012, contribuyó a la creación de la Fundación Bitcoin. Al principio, incluso ocupó un asiento en el consejo de administración de la asociación. Además, en sus buenos tiempos, hizo una donación de 5 000 bitcoins a la fundación para apoyar sus acciones.
La caída de un imperio
El 7 de febrero de 2014, Mark fue lanzado bajo los reflectores, pero no por buenas razones. La caída del valor del BTC, iniciada a finales del año anterior, empujó a los usuarios a querer retirar sus activos de la plataforma.
Muy rápidamente, se dieron cuenta de que la empresa tenía un problema de solvencia. De hecho, los numerosos hackeos de los que ha sufrido el intercambio a lo largo de los años llevaron a la desaparición de 750 000 bitcoins.
De repente, el castillo de naipes se derrumbó. Mt. Gox se declaró en quiebra el 25 de febrero, llevándose con ella a sus miles de clientes. De repente, Karpelès se convirtió en el hombre a abatir. Si para algunos esta insolvencia es la consecuencia de su incompetencia, para otros, simplemente es un estafador.
Por su parte, niega las acusaciones de malversación de fondos en su contra. Sin embargo, un poco más tarde, se encontraron 200 000 BTC en uno de los hard wallets de la empresa. Porque había ocultado estos fondos, las dudas sobre la honestidad de Karpelès se intensifican.
Al mismo tiempo, tiene una serie de problemas con la justicia estadounidense. Por un lado, CoinLab, una empresa competidora con la que Mt. Gox había firmado un acuerdo, demandó a la empresa por incumplimiento de contrato. La razón es que el intercambio estaba supuesto a transferirle la gestión de sus clientes estadounidenses, pero no lo hizo.
Por otro lado, las autoridades federales estadounidenses acusan a la empresa de Karpelès de operar en los Estados Unidos sin licencia. A raíz de esto, procedieron a la incautación de cinco millones de dólares, propiedad de la bolsa.
Una estancia en prisión
La justicia japonesa ordenó el arresto del francés el 1 de agosto de 2015 en Tokio. En realidad, las autoridades judiciales lo persiguen por falsificación de datos y malversación de fondos. Después de aproximadamente cuatro meses en custodia, Karpelès fue finalmente detenido durante un año.
En julio de 2016, fue liberado bajo fianza. En 2019, Mark presentó públicamente sus disculpas a la comunidad cripto a través de Reddit. También aclaró algunas cuestiones oscuras que los usuarios de la red social volvieron a traer a colación.
Además, su juicio tuvo lugar en marzo del mismo año. Aunque se declaró no culpable, Japón lo condenó a 2,5 años de prisión suspendida y cuatro años de libertad condicional por manipulación de datos.
Para concluir
Muy hábil para el desarrollo de software, Mark Karpelès se integró al ámbito profesional muy joven. Sin embargo, aunque este entorno no le correspondía, sí había en él un deseo ardiente de lanzarse al emprendimiento. Lo que hizo, antes de darse cuenta de que inteligencia no equivale necesariamente a sentido de los negocios. Mal administrador de empresas, su despreocupación le costó su lugar a la cabeza del intercambio de criptomonedas más importante de su época, sin olvidar sus problemas con la justicia. A pesar de todo, hay que reconocerle su ayuda en el desarrollo de Bitcoin, junto a Gavin Andresen y Hal Finney.
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