¡Pekín invierte miles de millones… y el Bitcoin podría dispararse!

El bitcoin evoluciona en la intersección de grandes tensiones geopolíticas y de estrategias monetarias globales. Mientras los mercados financieros esperaban que Estados Unidos tomara la delantera en la cuestión de las reservas de bitcoin, finalmente es China la que podría desencadenar un terremoto económico de una magnitud sin precedentes. Una serie de iniciativas discretas llevadas a cabo por Pekín insinúa una posible afluencia masiva de liquidez en el ecosistema crypto, con un impacto potencial de 1,4 billones de dólares. Detrás de esta estrategia, una voluntad asumida de estabilizar el yuan con el fin de eludir las sanciones y la política monetaria estadounidense.

Pekín inyecta liquidez: un terreno fértil para los activos de riesgo

Las señales de relanzamiento económico se multiplican en China, y su efecto podría trascender las fronteras tradicionales de los mercados financieros. Según Pan Gongsheng, gobernador del Banco Popular de China, se prevén recortes en las tasas de interés y una inyección de liquidez a través de la reducción de las reservas obligatorias de los bancos «en el momento oportuno». Este anuncio se produce en un contexto donde Pekín debe lidiar con tensiones comerciales exacerbadas por la política proteccionista de Donald Trump, que amenaza con provocar una guerra comercial de gran envergadura.

El pasado noviembre, China ya presentó un plan de 1,4 billones de dólares destinado a apoyar a sus gobiernos locales y mantener la estabilidad financiera. «Cuando China reforzó su política monetaria e inyectó liquidez en 2015 y 2020, estos fondos a menudo se redirigieron hacia activos alternativos», explica la plataforma Nexo. De hecho, la hipótesis de que esta nueva liquidez pueda beneficiar directamente a las criptos, y en particular al bitcoin, se vuelve cada vez más plausible.

¿Una posible reserva de bitcoin estatal? Un juego estratégico de alto riesgo

Más allá de la simple inyección de liquidez, ciertos rumores sugieren que Pekín podría ir aún más lejos con la constitución de una reserva estratégica de bitcoin. Esta hipótesis, difundida por David Bailey, CEO de Bitcoin Magazine y asesor de la campaña de Trump sobre las criptos, menciona «reuniones a puertas cerradas desde la elección» en torno a este tema.

Si esta información se confirma, China podría así adelantar a Estados Unidos, donde Donald Trump ha declarado públicamente su intención de crear una reserva nacional de bitcoin. Pekín adoptaría entonces una postura ofensiva, y utilizaría el bitcoin como una herramienta estratégica para compensar las restricciones impuestas por Washington.

El impacto de tal escenario sería colosal: más allá de un simple movimiento alcista, una reserva estatal china de bitcoin alteraría completamente la dinámica del mercado, lo que fortalecería todavía más la adopción institucional y la legitimidad del bitcoin como activo estratégico.

¿Hacia un reposicionamiento del Bitcoin en el equilibrio de fuerzas monetarias?

Arthur Hayes, cofundador de BitMex y fundador del fondo de inversión Maelstrom, advierte: «Cuidado con China». En un post de blog publicado el 4 de marzo de 2025, predice un «último espasmo del mercado financiero fiat» antes de que la economía mundial, impulsada por Estados Unidos, pueda «recuperarse y llevar al bitcoin más allá del millón de dólares». Si China realmente acumula bitcoin a gran escala, esto podría precipitar esta reestructuración monetaria sin precedentes, lo que aceleraría la adopción institucional y legitimar aún más a la cripto como un activo de reserva.

Estas decisiones de China van más allá de simples ajustes económicos. Podrían remodelar el tablero monetario mundial. Pekín, históricamente reacio a las criptos, parece ahora jugar una carta pragmática mediante la integración progresiva del bitcoin en su estrategia financiera.

Si China diversificara sus reservas con bitcoin, esto crearía una nueva dinámica de escasez, lo que generaría una presión alcista considerable en su precio. Además, abriría un nuevo capítulo en la rivalidad sinoamericana, donde la supremacía financiera iría más allá de las divisas tradicionales, e incluiría ahora las criptos. En este contexto, el bitcoin aparece como un refugio contra la inflación y la inestabilidad monetaria, pero también como un arma estratégica en manos de las grandes potencias. El desenlace de esta batalla sigue siendo incierto, pero una cosa es segura: la era en la que el bitcoin era solo un activo especulativo ha quedado atrás.