La inflación en la zona euro continúa siendo objeto de una atención particular, mientras los mercados observan la publicación de las cifras de diciembre. Según las estimaciones de FactSet, el aumento de los precios al consumo debería alcanzar el 2,4 % interanual, en comparación con el 2,2 % en noviembre. Este progreso, aunque moderado, genera interrogantes sobre la trayectoria que el Banco Central Europeo (BCE) está a punto de seguir. Por un lado, algunos inversores apuestan por un alivio monetario rápido, convencidos de que la inflación regresará progresivamente hacia el objetivo del 2 % establecido por el BCE. Por otro lado, la sostenibilidad de una inflación subyacente del 2,7 %, alimentada por el aumento de los precios de los servicios y de los productos alimenticios, lleva al banco central a la prudencia. Mientras el BCE debe celebrar su primera reunión del año el 30 de enero, el equilibrio entre el apoyo a la economía y el control de los precios se presenta particularmente delicado.