Normandía podría pronto albergar la primera granja de minería de bitcoin en Francia, financiada por el sultanato de Omán. Este proyecto singular, en la intersección de los desafíos energéticos, tecnológicos y geopolíticos, cristaliza las ambiciones francesas en la economía digital. En un momento en que la soberanía energética se vuelve central, esta iniciativa plantea interrogantes sobre el lugar que Francia quiere ocupar en el ecosistema mundial de las criptomonedas.