Los cypherpunks: Un movimiento al servicio de la privacidad

En el mundo de las criptomonedas, el movimiento Cypherpunk se menciona a menudo cuando se habla de los orígenes de Bitcoin (BTC). Pero ¿por qué? ¿Qué papel jugó en la creación de la pionera de las criptomonedas? Y sobre todo, ¿de qué se trata concretamente? Vamos a encontrar juntos algunas respuestas.

¿A qué corresponde el movimiento Cypherpunk?

La palabra «Cypherpunk» es una contracción de las palabras «cypher«, que significa «cifrado«, y «punk«, que hace referencia a la rebelión. Se dice que fue creada por la desarrolladora y activista Jude Milhon en 1992. En realidad, se inspiró en el término «cyberpunk», que corresponde a un movimiento de ciencia ficción caracterizado por un universo inmersivo donde coexisten escenarios futuristas y protagonistas reformistas.

El movimiento Cypherpunk es un grupo de pensadores, desarrolladores, investigadores y activistas que se dedican a la preservación de la libertad de expresión y la privacidad a través de la criptografía. Los cypherpunks comparten una ideología común a medio camino entre la cripto-anarquía y el libertarismo.

Por un lado, la cripto-anarquía aboga por la anonimización de las comunicaciones en el ciberespacio para limitar el control de la información por parte de las autoridades públicas. Por otro lado, el libertarismo defiende la idea de una sociedad autónoma regida sin gobernantes y respetuosa de todas las libertades individuales. Esto incluye la libertad de expresión, el libre comercio, la libre circulación, el respeto a la propiedad privada, la supresión de impuestos, etc.

En el corazón de su enfoque, el movimiento Cypherpunk intenta reinventar los regímenes sociales, económicos y políticos elaborando respuestas tecnológicas sostenibles basadas en la criptografía.

Además, en las últimas décadas, con organizaciones como WikiLeaks, los cypherpunks han tomado el papel de denunciantes. La idea es dar a conocer al público los actos abusivos de los gobiernos, las personas influyentes y las empresas privadas.

¿Cuáles son sus orígenes?

Recopilación abusiva de datos y restricciones al uso de la criptografía

En la década de 1980, los avances en informática eran notables. Internet ya estaba en sus comienzos y las computadoras estaban cada vez más presentes en los hogares estadounidenses. Sin embargo, existían dudas sobre cómo serían utilizados estos instrumentos por las autoridades públicas.

De hecho, en esa época, algunos académicos y activistas ya temían que el gobierno estadounidense utilizara la nueva red de comunicación para interceptar y recopilar datos confidenciales. En otras palabras, temían que la informatización afectara la privacidad de los internautas y la protección de su información personal. Estaban convencidos de que esta evolución podría algún día conducir a la privación de la libertad de expresión.

Además, en ese período, el cifrado fuerte se asimilaba a una munición de guerra. Por lo tanto, las regulaciones vigentes en Estados Unidos prohibían su exportación fuera del país. Su uso por parte de civiles en la web era, por tanto, ilegal.

En 1985, el informático y criptógrafo David Chaum publicó un libro titulado «Security Without Identification: Transaction Systems to Make Big Brother Obsolete». En él mencionaba, entre otras cosas, los desvíos relacionados con Internet, particularmente la pérdida de control sobre la información confidencial. Chaum había anunciado que en el futuro, las computadoras utilizarían los datos recogidos durante las transacciones para deducir los hábitos de consumo de la población. Para prevenir esta eventualidad, recomendaba la creación de un dispositivo descentralizado que, basado en la criptografía, garantizara la confidencialidad de los usuarios.

La creación de la lista de correo

En ese momento, las reflexiones de Chaum inspiraron profundamente a Timothy May, ingeniero electrónico y entonces ex empleado de la compañía informática Intel. Así fue como, desde 1988, May comenzó a difundir estas ideas a través de su « Manifiesto Cripto Anarquista ». Lo distribuía en forma de folletos durante conferencias y otros eventos temáticos.

En septiembre de 1992, Timothy May, Eric Hughes y John Gilmore formaron un grupo de discusión para permitir a los tecnoanarquistas intercambiar diversos temas.

Sus áreas de interés incluían la criptografía, las matemáticas, la informática, la política, la filosofía, la moneda, etc. A pesar de sus diferencias de opinión en algunos debates, los miembros de esta comunidad tenían como común denominador su apego al respeto de la privacidad y las libertades individuales.

Esto naturalmente los llevó a preguntarse sobre las formas de eludir las limitaciones regulatorias relativas a la utilización del cifrado fuerte, y de usar la criptografía para evitar la vigilancia estatal de las comunicaciones en Internet.

Con el tiempo, la lista de distribución acogió cada vez más personas, lo que dio lugar a una comunidad muy activa. En 1994, contaba con 700 suscriptores, frente a casi 2000 en 1997. En el apogeo de la actividad del foro Cypherpunk (diciembre de 1996 – marzo de 1999), se enviaba un promedio de 30 mensajes por día.

Durante todo este tiempo, los cypherpunks pudieron comunicarse libremente sobre sus proyectos, gracias a mecanismos de criptografía como PGP. Se trata de un software desarrollado en 1991 por el informático y criptógrafo Phil Zimmerman, que permitía cifrar los correos electrónicos.

¿Qué es el Manifiesto Cypherpunk?

El 9 de marzo de 1993, Eric Hughes publicó un documento titulado «A Cypherpunk’s Manifesto». Verdadero llamado a la conciencia, este texto ha servido y aún sirve hoy en día como manual de referencia para el pensamiento ideológico que anima al movimiento Cypherpunk.

«La privacidad es necesaria para una sociedad abierta en la era electrónica. La privacidad no es un secreto. Un asunto privado es algo que no se quiere que el mundo entero sepa, pero un asunto secreto es algo que no se quiere que alguien sepa. La privacidad es el poder de revelarse al mundo de manera selectiva», se puede leer en el manifiesto.

En su manifiesto, Hughes sostiene que el respeto por la privacidad implica verdaderamente poder elegir la información que se quiere compartir y las personas con quienes se desea compartirla.

Para él, la criptografía fuerte no debe ser dominio exclusivo de las fuerzas armadas, ya que permite una expresión profunda de este deseo de confidencialidad.

Además, hace un llamado a recuperar el control de los datos personales. Propone un enfoque dinámico que busca generar una multitud de nuevas tecnologías para apoyar las causas cypherpunk. La idea es crear a largo plazo un ecosistema virtual totalmente autónomo de las plataformas centralizadas. Para él, como mencionaron sus predecesores, esto debería pasar por la creación de sistemas anónimos para transacciones y comunicaciones, firmas digitales y, más interesante aún, una moneda digital descentralizada.

«Debemos defender nuestra propia privacidad si queremos tener una. Debemos reunirnos y crear sistemas que permitan realizar transacciones anónimas. (…) Las tecnologías del pasado no permitían una alta privacidad, pero las tecnologías electrónicas lo permiten», escribe en su relato.

Además, en su discurso, Hughes enfatiza también la necesidad de crear aplicaciones que sean tanto libres de derechos como distribuidas para facilitar el logro de esta búsqueda.

«Los cypherpunks escriben código. (…) Nuestro código está disponible para todos sin restricciones, en todo el mundo. (…) Sabemos que el software no puede ser destruido y un sistema ampliamente disperso no puede ser detenido», añade.

¿Cuál es el vínculo entre Cypherpunk y criptomonedas?

Como podemos ver, los ideólogos detrás del movimiento Cypherpunk soñaban desde hace varias décadas con una moneda digital autónoma que les permitiría disfrutar plenamente de la organización social existente.

Dentro de la comunidad, varios científicos intentaron implementarla. Sin embargo, enfrentaron desafíos tecnológicos y socioculturales que obstaculizaron sus esfuerzos en este sentido. A pesar de todo, fueron estos diferentes intentos los que finalmente llevaron al surgimiento de las criptomonedas.

• En 1990, David Chaum lanzó Digicash, un sistema de moneda electrónica anónima que permitía a las personas retirar dinero de su banco usando una aplicación, y luego gastarlo de manera intrazable gracias a llaves de cifrado.

• En 1997, Adam Back inventó HashCash, un mecanismo de prueba de trabajo destinado a combatir el spam en los foros de Internet.

• En 1998, Wei Dai publicó un ensayo que introducía b-money, un sistema de moneda electrónica anónima y distribuida. Esta plataforma ya integraba las ideas fundamentales de la blockchain: prueba de trabajo, registro transparente, distribución de recompensas, contabilidad colectiva, autenticación de transacciones, etc.

• En 2004, basándose en el algoritmo HashCash, Hal Finney creó un sistema de prueba de trabajo reutilizable (RPOW).

• En 2005, Nick Szabo lanzó BitGold. Considerado como uno de los predecesores de Bitcoin, BitGold incentivaba a los validadores a usar su potencia de cálculo para resolver complejas acertijos matemáticos y ganar recompensas. Además, su valor de mercado dependía de la cantidad de recursos (infraestructuras, electricidad, etc.) desplegados para su producción. Hoy, este parámetro influye en parte el precio de algunos activos digitales.

• En 2008, Satoshi Nakamoto introdujo el bitcoin, inspirándose en HashCash y b-money, entre otros. De hecho, sobre la base de estos escritos, parece que Satoshi era miembro del movimiento Cypherpunk, o al menos compartía sus ideales.

¿Algunos cypherpunks que han marcado la historia?

Los cypherpunks tenían en mente desarrollar tecnologías para evitar las incursiones del Estado en la vida privada de los ciudadanos.

Con el tiempo, desarrollaron una amplia gama de soluciones utilizadas en la vida diaria. Entre los más prolíficos de ellos, podemos citar (fuera de los mencionados anteriormente):

• Tim Berners-Lee, el creador de Internet: Partidario de la descentralización y ferviente defensor de la privacidad, Berners-Lee apoyó el uso de la criptografía para cifrar correos electrónicos y tráfico web.

• Julian Assange: Es el fundador de WikiLeaks, una ONG sin ánimo de lucro fundada en 2006 que expone ciertas realidades sociales y políticas desconocidas para el público en general para garantizar la transparencia a nivel mundial.

• Ben Laurie: creó el protocolo de cifrado SSL para asegurar las conexiones a los servidores web (1998) durante el auge del Internet.

• Tatu Ylönen: es el cerebro detrás del protocolo de acceso remoto seguro SSH.

• Jacob Appelbaum: es uno de los principales desarrolladores del navegador web anónimo TOR.

• Bram Cohen: en 2001, creó el protocolo de compartición de archivos peer-to-peer BitTorrent.

• Shafi Goldwasser: es conocida por sus trabajos en el campo de la criptografía. Ha liderado estudios sobre la generación de números aleatorios con un alto nivel de seguridad. Esto ha contribuido a la creación de estándares de cifrado avanzados (AES, ECDSA, …).

• Richard Stallman: fundó la Free Software Foundation. Esta asociación fomenta la distribución de software de código abierto para permitir que cualquiera disponga libremente de su código fuente.

• Ron Rivest: con Adi Shamir y Len Adleman, inventó el sistema de cifrado de clave pública RSA. También es responsable de los algoritmos de clave simétrica RC2, RC4, RC5, y co-creó el RC6.

Conclusión

Mucho antes de que el movimiento fuera formalizado, los principios que sustentan a los cypherpunks ya eran defendidos por varios especialistas. Mientras que los pioneros de esta ideología formularon posibles soluciones, las nuevas generaciones se han divertido en trasladarlos a la realidad.

Hoy en día, como podemos observar, el impacto de los cypherpunks en las cuestiones de privacidad y libertad es inmenso. Lo mismo sucede con el bitcoin, cuya el logo atestigua la influencia del movimiento Cypherpunk en él. Pero la lucha está lejos de terminar. La evolución de las tecnologías revela nuevas amenazas para los datos confidenciales. Por lo tanto, la comunidad debe continuar su expansión y amplificar sus esfuerzos en la elaboración de soluciones preventivas.

La Rédaction C.

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