Los BRICS derrocarán a América
Los BRICS acaban de concluir su cumbre en Kazan, en un contexto geopolítico explosivo. Entre la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y las elecciones estadounidenses, los BRICS se imponen cada vez más como una alternativa a América !
BRICS vs América
Los BRICS representan mucho más que una simple alianza económica. Encarnan un proyecto civilizacional radical destinado a crear un orden mundial multipolar, en ruptura con la hegemonía occidental. Esta visión, impulsada principalmente por Rusia y China, propone una alternativa global al modelo de democracia liberal.
Los BRICS constituyen el núcleo de una nueva ideología revolucionaria para reorganizar a la humanidad sobre bases diferentes: ni occidentales, ni protestantes, ni capitalistas, ni liberales. Un proyecto que podría tardar 30 a 40 años en concretarse plenamente.
Rusia aparece como el abanderado de esta transformación. El ministro de Asuntos Exteriores Lavrov ha validado recientemente la creación de un centro de estudios sobre la multipolaridad, señalando el compromiso profundo del país en esta dirección.
China, más cautelosa pero igualmente decidida, desarrolla su propia visión de la multipolaridad, adaptada a sus intereses nacionales.
Los BRICS quieren acabar con el dólar
La desdolarización avanza por varios frentes principales. En el corazón de esta transformación se encuentra el ambicioso proyecto de una nueva moneda de reserva común para los países miembros.
Paralelamente, los BRICS desarrollan activamente sistemas de pago alternativos destinados a sustituir el sistema SWIFT occidental.
El Nuevo Banco de Desarrollo, con sede en Shanghái, también está sometido a una profunda reforma estructural. El establecimiento del sistema BRICS Pay constituye otra iniciativa importante destinada a facilitar las transacciones internacionales entre los países miembros.
El intercambio entre Rusia y China ilustra perfectamente esta evolución, con un abandono progresivo del dólar en sus transacciones bilaterales.
¿Una transición difícil?
El paso hacia un nuevo sistema económico mundial se enfrenta a obstáculos considerables. Las multinacionales, arraigadas profundamente en el sistema actual, muestran una fuerte resistencia al cambio.
Un trabajo colosal de persuasión resulta necesario ante los líderes empresariales para convencerlos de las ventajas de una nueva arquitectura financiera mundial.
La implementación de nuevas infraestructuras financieras también presenta importantes desafíos técnicos. El peso histórico del sistema de Bretton Woods, en vigor desde hace casi ocho décadas, no facilita esta transición.
África: el centro de gravedad de los BRICS
El continente africano emerge como un actor clave en esta reconfiguración mundial. La adhesión de Etiopía y Egipto, seguida de las candidaturas de Nigeria, Zimbabue y otros países, es testimonio de una nueva fase de descolonización.
Etiopía ocupa un lugar especial en este movimiento. Nunca colonizada, simboliza el orgullo y la resistencia africana ante las potencias occidentales. Su tradición cristiana la convierte en un importante puente cultural entre las diversas civilizaciones del continente.
El continente africano ve en los BRICS una oportunidad histórica de transformación. La emancipación de la influencia occidental constituye un primer objetivo fundamental para estas naciones.
Nigeria se distingue como un actor central de esta dinámica. Su rica cultura Yoruba y su considerable peso demográfico le confieren un estatus particular. El país cuenta con los recursos naturales y el capital humano necesarios para convertirse en un polo importante de esta nueva configuración mundial.
El papel crucial de Turquía
La posible entrada de Turquía en los BRICS marca un hito histórico sin precedentes. Por primera vez, un país miembro de la OTAN busca activamente unirse a esta alianza alternativa.
La elección de Erdogan refleja una estrategia euroasiática particularmente compleja y ambiciosa. Mantener los lazos con la OTAN sigue siendo una prioridad para Ankara, que al mismo tiempo cultiva relaciones privilegiadas con Rusia, China e India.
Esta posición única permite a Turquía posicionarse como una potencia pivot esencial entre Occidente y Oriente.
La decisión turca enfrenta considerables resistencias internas. El establecimiento turco, del cual más del 90% permanece profundamente atado a la orientación atlántica del país, manifiesta sus reticencias.
Las élites económicas continúan privilegiando los vínculos históricos con la Unión Europea, temiendo las consecuencias de un cambio de alianza demasiado radical.
La sociedad turca misma experimenta una tensión permanente entre sus aspiraciones tradicionales y su voluntad de modernización.
El Medio Oriente en transformación
El conflicto en Gaza ha alterado profundamente las dinámicas regionales en Medio Oriente.
El proceso de normalización entre Israel y Arabia Saudita se ha interrumpido bruscamente ante la intensificación de las violencias.
El ambicioso proyecto del corredor l2U2, que se suponía uniría India con Europa a través de Medio Oriente, se encuentra ahora cuestionado.
Ante esta situación, varios países árabes han comenzado a volcarse hacia los BRICS, viéndolos como una alternativa creíble a la influencia occidental.
El reino saudí, bajo la dirección del príncipe Mohammed Ben Salmán, persigue un juego de equilibrio particularmente complejo.
El país oscila constantemente entre su deseo de unirse a los BRICS y la necesidad de preservar su alianza histórica con Estados Unidos.
La sociedad saudí misma atraviesa un periodo de profunda transformación, buscando conciliar los imperativos de modernización deseados por MBS con el peso de la tradición wahabita.
El papel determinante de Brasil dentro de los BRICS
La futura presidencia brasileña de los BRICS en 2025 se perfila como un momento decisivo para la organización. El país cuenta con un capital diplomático considerable en África, fruto de décadas de cooperación e intercambios culturales.
Los profundos lazos que unen a Brasil con el continente africano, especialmente a través del legado de las poblaciones afro-brasilenas, crean una conexión única entre los dos continentes.
La visión integradora promovida por el presidente Lula refuerza esta dinámica de apertura y acercamiento internacional. El potencial de expansión hacia otros países latinoamericanos parece considerable, con Brasil desempeñando un papel de puente natural entre los BRICS y América Latina.
La doctrina Monroe sigue ejerciendo una influencia determinante en el continente americano.
Washington mantiene una presencia militar significativa en la región, multiplicando bases y acuerdos de defensa.
La influencia económica de Estados Unidos sigue siendo predominante, especialmente a través de las instituciones financieras internacionales.
Los países tentados a acercarse a los BRICS sufren regularmente presiones diplomáticas destinadas a mantenerlos en la órbita estadounidense.
Hacia un nuevo orden mundial
La cumbre de Kazan podría encarnar este punto de inflexión decisivo tan esperado por los partidarios de la multipolaridad.
Los BRICS se afirman ahora como una alternativa creíble a las instituciones occidentales tradicionales, particularmente frente a una ONU ampliamente considerada obsoleta.
Esta transformación fundamental requiere la creación de un sistema completamente nuevo, superando los acuerdos de Bretton Woods que han estructurado la economía mundial durante casi ocho décadas.
El establecimiento de nuevas reglas comerciales más equitativas se impone como una prioridad absoluta. El reconocimiento de la igualdad de dignidad de todas las civilizaciones constituye el fundamento filosófico de este nuevo orden mundial.
La implementación de una gobernanza verdaderamente multipolar representa el logro de esta visión alternativa.
Las implicaciones filosóficas
Esta revolución supera ampliamente el marco puramente geopolítico para alcanzar una dimensión filosófica.
El universalismo occidental, durante mucho tiempo considerado indiscutible, está siendo objeto de un cuestionamiento profundo.
Las diferentes civilizaciones reafirman sus propias identidades, negándose ahora a conformarse a un modelo único.
Emergen nuevas formas de cooperación internacional, basadas en el respeto mutuo y el reconocimiento de las diferencias culturales. Un pensamiento verdaderamente mundial está tomando forma, superando las divisiones tradicionales entre Oriente y Occidente.
El futuro del mundo moldeado por los BRICS
El mundo asiste a una transformación radical del orden internacional. Este proceso inexorable redibuja en profundidad los contornos de la gobernanza mundial.
La creación de instituciones verdaderamente representativas de la diversidad mundial se convierte en una necesidad apremiante. Se perfila un reajuste fundamental de las relaciones internacionales, prometiendo un mundo más equitativo y multipolar.
La cumbre de Kazan 2024 se inscribe así como una etapa crucial en esta transformación histórica. No se trata simplemente de ajustar el sistema existente, sino de sentar las bases de un nuevo orden mundial. La multipolaridad, durante mucho tiempo considerada una utopía, toma forma ante nuestros ojos, impulsada por la dinámica irresistible de los BRICS y sus aliados.
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Cada día trato de enriquecer mis conocimientos sobre esta revolución que permitirá a la humanidad avanzar en su búsqueda de libertad.
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