La inflación en la zona euro sube al 2,4 % : ¿qué hará el BCE?
La inflación en la zona euro continúa siendo objeto de atención, mientras los mercados observan la publicación de los datos de diciembre. Según las estimaciones de FactSet, el aumento de los precios al consumo debería alcanzar el 2,4 % interanual, frente al 2,2 % en noviembre. Este avance, aunque moderado, plantea interrogantes sobre la trayectoria que el Banco Central Europeo (BCE) está a punto de seguir. Por un lado, algunos inversores apuestan por un rápido aflojamiento monetario, convencidos de que la inflación regresará progresivamente hacia el objetivo del 2 % establecido por el BCE. Por otro lado, la persistencia de una inflación subyacente del 2,7 %, impulsada por el aumento de los precios de los servicios y de los productos alimentarios, incita al banco central a actuar con cautela. Mientras el BCE debe celebrar su primera reunión del año el 30 de enero, el equilibrio entre el apoyo a la economía y el control de precios se presenta como un desafío particularmente delicado.
La inflación en aumento : una señal ambigua para el BCE
Los últimos datos de inflación en la zona euro confirman un aumento del 2,4 % interanual en diciembre, frente al 2,2 % en noviembre, según las estimaciones de FactSet. A pesar de este avance moderado, la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de la energía y los alimentos, se mantiene en el 2,7 %, un nivel muy por encima de el objetivo del 2 % fijado por el Banco Central Europeo (BCE). Esta estabilidad de los precios básicos, combinada con la ligera aceleración de la inflación total, aviva las especulaciones sobre la política monetaria que la institución adoptará en su primera reunión del año, prevista para el 30 de enero.
Los inversores y economistas están divididos sobre las implicaciones de estos datos. Michael Field, estratega de mercados en Morningstar, considera que estos resultados podrían contrariar las previsiones optimistas de un rápido aflojamiento de la política monetaria. «Para los más cautelosos, esto podría generar preocupaciones, mientras que algunos observadores se preguntaban hace unos meses si el BCE había tardado en ajustar sus tasas, y peor aún, si estábamos entrando en una fase de deflación», subraya-tú. Insiste en que mientras la inflación subyacente se mantenga en el 2,7 %, el BCE podría dudar en reducir sus tasas de manera agresiva.
El análisis de los diferentes componentes de la inflación revela los principales motores de este aumento. En noviembre de 2024, los servicios registraron la mayor contribución a la inflación, con un aumento de +3,9 puntos porcentuales. Los productos alimenticios, el alcohol y el tabaco le siguieron, con un aumento de +2,8 puntos, mientras que los bienes industriales excluyendo la energía mostraron un aumento más moderado de +0,7 puntos. En cambio, el sector de la energía tuvo un efecto deflacionista (-1,9 puntos), lo que compensó parcialmente la aceleración de otras categorías.
Estas tendencias muestran que la inflación sigue siendo impulsada principalmente por el aumento de los precios de los servicios y de los alimentos, dos componentes a menudo rígidos y poco sensibles a los ajustes monetarios a corto plazo. Si esta dinámica continúa, la desinflación esperada en 2025 podría ser más lenta de lo previsto, lo que complicaría así el margen de maniobra del BCE.
¿Hacia un aflojamiento monetario en 2025?
Aunque la inflación se mantiene por encima del objetivo del 2 %, el BCE mantiene el rumbo de un aflojamiento gradual de su política monetaria. En su reunión de diciembre, revisó a la baja sus previsiones de inflación para 2025, llevándolas al 2,1 %, frente al 2,3 % en sus estimaciones anteriores. Esta corrección confirma su objetivo de estabilidad de precios a medio plazo y refuerza la hipótesis de una continuación en la disminución de las tasas en los próximos meses.
Para Mark Wall, economista jefe en Deutsche Bank Research, la inflación podría haber alcanzado un pico del 2,4 % en diciembre antes de comenzar un retroceso progresivo por debajo del umbral del 2 % durante los primeros meses de 2025. Estima que el riesgo de una inflación demasiado baja es hoy más probable que un deslizamiento alcista. «En realidad, los riesgos para el próximo año están más orientados hacia una inflación por debajo del 2 %, en lugar de por encima», analiza. Esta perspectiva reafirma a los inversores en la idea de que el BCE podría acelerar la reducción de sus tasas para respaldar esta dinámica.
La anticipación de una nueva reducción de las tasas directrices desde enero está cobrando fuerza, especialmente porque el BCE ya ha realizado una disminución del 0,25 % en diciembre. Así, ha reducido su tasa de depósito al 3 %. Sin embargo, los analistas difieren sobre la magnitud del movimiento previsto para este año. Algunos apuestan por un descenso gradual hacia el 1,50 % para fines de 2025, mientras que otros estiman que el BCE podría detenerse alrededor del 2 %, para evitar un estímulo prematuro de la inflación.
El impacto de esta política monetaria en los mercados financieros sigue siendo un tema crucial. Un enfoque más flexible del BCE podría estimular las acciones europeas, que actualmente muestran un importante descuento en comparación con los mercados estadounidenses. Según Goldman Sachs, la inflación debería converger hacia el objetivo del 2 % para fin de año, pero los ajustes de precios a principios de año constituyen una variable clave a observar. Además, si la inflación se desacelera como se espera, el BCE podría tener suficiente margen de maniobra para acelerar la disminución de las tasas, lo que también fortalecería la competitividad de los activos europeos frente a sus homólogos mundiales. En cambio, cualquier persistencia de las tensiones inflacionarias podría obligar a la institución a moderar sus decisiones, con consecuencias directas para el financiamiento de las empresas y la dinámica de los mercados.
Los próximos meses serán decisivos para la orientación de la política monetaria en la zona euro. Si la inflación sigue la trayectoria anticipada y se aproxima al objetivo del 2 %, el BCE podría acelerar la reducción de sus tasas, facilitando así el acceso al crédito y estimulando la inversión. Por el contrario, un aumento inesperado de los precios, impulsado por un aumento de la energía o tensiones en las cadenas de suministro, complicaría esta estrategia y obligaría a la institución a moderar. Este dilema será observado de cerca por los mercados, mientras la zona euro busca conciliar el crecimiento económico y la estabilidad de precios en un contexto incierto.
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Diplômé de Sciences Po Toulouse et titulaire d'une certification consultant blockchain délivrée par Alyra, j'ai rejoint l'aventure Cointribune en 2019. Convaincu du potentiel de la blockchain pour transformer de nombreux secteurs de l'économie, j'ai pris l'engagement de sensibiliser et d'informer le grand public sur cet écosystème en constante évolution. Mon objectif est de permettre à chacun de mieux comprendre la blockchain et de saisir les opportunités qu'elle offre. Je m'efforce chaque jour de fournir une analyse objective de l'actualité, de décrypter les tendances du marché, de relayer les dernières innovations technologiques et de mettre en perspective les enjeux économiques et sociétaux de cette révolution en marche.
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