¡La familia de Donald Trump se apodera del 75 % de las ganancias cripto!

Mientras las criptomonedas siguen redefiniendo el panorama financiero mundial, la familia Trump se ha impuesto como un actor inesperado pero determinado. World Liberty Financial (WLF), la empresa vinculada a Donald Trump, ha desvelado su proyecto de criptomoneda $WLFI, con una revelación por demás sorprendente: la familia Trump podría adjudicarse hasta el 75 % de las ganancias de esta aventura criptográfica. Este anuncio ha causado sensación, suscitando interrogantes sobre las implicaciones económicas y políticas de tal proyecto.

Cuando la familia Trump se impone como maestra

El proyecto $WLFI, lanzado oficialmente esta semana, no es solo una simple operación criptográfica. En realidad, es una estrategia perfectamente orquestada que permite a la familia Trump tomar una posición dominante en un sector en plena expansión.

Según el «documento de oro» publicado por World Liberty Financial, Donald Trump y sus allegados están a punto de recibir una parte colosal de los ingresos netos generados por el proyecto, es decir, aproximadamente el 75 %.

Esta distribución no es trivial. En términos de cifras, representa 22.500 millones de tokens, valorados en 337,5 millones de dólares.

De hecho, este proyecto coloca a la familia Trump en el centro de las discusiones, no solo por su creciente influencia en la economía digital, sino también por la forma en que podría capitalizar el auge de las criptomonedas con fines personales.

A primera vista, todo parece encajar con una precisión quirúrgica: la promoción activa del proyecto por parte de la familia, combinada con una ausencia total de responsabilidades legales dentro de la empresa.

La cara oculta de un imperio criptográfico

Uno de los elementos más sorprendentes en esta iniciativa es la manera en que la familia Trump ha sabido mantener una distancia aparente con las operaciones de World Liberty Financial.

Oficialmente, ni Donald Trump ni sus allegados tienen un papel formal en la empresa. No asumen ninguna responsabilidad legal en caso de problemas.

Sin embargo, su influencia, tanto en el proyecto como en la esfera mediática, es innegable. El posicionamiento de Trump como «principal defensor de las criptomonedas» y de sus hijos como «embajadores del Web3» muestra una estrategia hábil, combinando visibilidad y desenganche legal.

World Liberty Financial, a menudo descrita como un «banco criptográfico», tiene la intención de ofrecer servicios varios como el préstamo, el crédito y la inversión en monedas digitales.

En resumen, un modelo que se alinea con la rápida evolución de los servicios financieros descentralizados (DeFi). El proyecto, a pesar de un comienzo modesto – 12,9 millones de dólares recaudados sobre los 300 millones esperados – atrae la atención no solo por su ambición, sino sobre todo por su potencial de beneficios sustanciales para un puñado de individuos.

La estructura financiera del proyecto también plantea preguntas. El 25 % restante de los ingresos netos no se destina a alguna organización filantrópica o a una iniciativa comunitaria, sino que está destinado a Axiom Management Group, una empresa dirigida por los cofundadores Chase Herro y Zachary Folkman, ambos con ya un pie firmemente plantado en el sector de las criptomonedas.

Cripto y poder: ¿qué implicaciones?

Más allá de las cifras impresionantes, esta iniciativa plantea preguntas más amplias. ¿Qué significa la entrada en escena de una figura política tan controvertida en el universo criptográfico? Desde un punto de vista económico, este proyecto podría permitir a la familia Trump reforzar considerablemente su patrimonio mientras navega una de las olas tecnológicas más prometedoras de nuestra época.

Pero el impacto no se detiene allí. Al adueñarse de una parte tan significativa de las ganancias de World Liberty Financial, la familia Trump también crea una nueva narrativa en torno a las criptomonedas: aquella donde figuras de poder pueden, sin compromiso directo ni responsabilidad, influir y beneficiarse enormemente de un sector aún joven y en pleno desarrollo. Es un modelo donde la influencia política y la tecnología se unen en un ballet hábilmente coreografiado.

La cripto, a menudo vista como un espacio de independencia financiera y emancipación de las instituciones tradicionales, se convierte aquí en una herramienta para solidificar una dinastía política y económica. Si la familia Trump logra hacerse con el 75 % de los ingresos de WLF, podría abrir la puerta a otras figuras influyentes que busquen explotar el potencial de la finanza descentralizada con fines personales. Mientras tanto, unas manos secretas controlan 132 mil millones de dólares.