¿Gran Hermano en Francia? ¡La videovigilancia algorítmica toma el control!

En Francia, el gobierno bajo la dirección del Primer Ministro Michel Barnier, ha decidido generalizar la videovigilancia algorítmica (VSA) tras su exitosa experimentación durante los Juegos Olímpicos de París 2024. Esta tecnología, que combina cámaras de vigilancia con algoritmos de inteligencia artificial, ha demostrado su eficacia en diversos escenarios de seguridad pública.

La VSA en Francia: una tecnología polivalente

La VSA es capaz de identificar una multitud de situaciones potencialmente peligrosas en el espacio público. Puede detectar inicios de fuego, objetos abandonados, movimientos de multitudes, armas, densidades excesivas, personas en el suelo, así como vehículos o individuos que se encuentren en lugares sensibles o prohibidos. Esta polivalencia permite a las fuerzas del orden intervenir de manera rápida y efectiva, reduciendo así los riesgos para la población.

Según el prefecto de policía de París, Laurent Nuñez, el balance del uso de la VSA durante los JO de París 2024 fue muy positivo. La tecnología permitió prevenir varios incidentes y asegurar una mejor gestión de las multitudes. Con este éxito, el gobierno francés ha decidido no esperar el informe de evaluación previsto para fin de año y perpetuar este método de vigilancia.

¡La población está inquieta!

Sin embargo, esta decisión no cuenta con unanimidad en Francia. Asociaciones de defensa de las libertades civiles e investigadores expresan sus preocupaciones sobre el impacto de esta mayor vigilancia en la privacidad de los ciudadanos. Félix Tréguer, investigador del CNRS, habla del advenimiento de un «proyecto de fantasía policial». La cuestión del reconocimiento facial, aunque no está incluida en la actual VSA, también sigue siendo un tema de preocupación para muchos.

A pesar de estos debates, el gobierno francés parece decidido a seguir adelante con la generalización de la VSA. Michel Barnier enfatizó la importancia de los desafíos de seguridad en un contexto donde la inteligencia artificial representa tanto una amenaza como una oportunidad. La VSA podría así convertirse en una herramienta central en la estrategia de seguridad nacional, permitiendo una vigilancia proactiva y una intervención rápida en caso de amenaza.

La generalización de la videovigilancia algorítmica en Francia marca un paso importante en el uso de tecnologías avanzadas para la seguridad pública. Si bien promete una mejor protección de los ciudadanos, también plantea cuestiones cruciales sobre la privacidad y las libertades individuales. El debate está lejos de cerrarse, y será esencial encontrar un equilibrio entre seguridad y respeto de los derechos fundamentales.