El dólar se dispara y hunde la desdolarización de los BRICS

Desde hace varios años, los BRICS buscan reducir su dependencia del dólar estadounidense mediante el desarrollo de una alternativa monetaria. Sin embargo, a principios de 2025, la realidad del mercado de divisas les escapa. El dólar se impone más que nunca y alcanza máximos, mientras que las divisas del bloque se desploman. La rupia india cae a un nivel histórico de 85,93, el yuan chino se debilita y otras monedas locales luchan por resistir. A pesar de los esfuerzos de los BRICS por contrarrestar la hegemonía del billete verde, la dinámica actual expone los límites de su estrategia de dedolarización y plantea la cuestión de la viabilidad de una alternativa creíble.

El dólar aplasta las monedas de los BRICS

El proyecto de dedolarización de los BRICS se enfrenta a una realidad implacable: el dólar sigue siendo el valor refugio de los mercados globales. A principios de año, el índice DXY, que mide la fuerza del billete verde frente a una cesta de divisas, ha tenido nueve días consecutivos de aumento y alcanza 109,30, es decir, un nivel cercano a su récord histórico de 109,53. Este ascenso complica las ambiciones del bloque, que lucha por imponer una alternativa creíble.

La explosión del dólar tiene repercusiones inmediatas en las divisas de los BRICS. Así, la rupia india se ha desplomado a 85,93 frente al dólar, su nivel más bajo histórico, y amenaza incluso con superar la barrera de los 86. El yuan chino y el yen japonés siguen la misma trayectoria, incapaces de resistir la presión del billete verde. A pesar de los esfuerzos de los BRICS por limitar su exposición al dólar, los mercados continúan privilegiando la moneda estadounidense, lo que debilita así las divisas emergentes.

Varios factores explican esta dominación del dólar. El departamento de Trabajo de Estados Unidos ha publicado cifras que atestiguan un mercado laboral robusto en el país. Las solicitudes semanales de subsidios por desempleo han caído a 201,000, frente a 211,000 anteriormente, lo que ha reforzado la confianza de los inversores. Al mismo tiempo, Christopher Waller, gobernador de la Reserva Federal, ha indicado que la inflación debería seguir disminuyendo en 2025, una señal vista como favorable para la economía estadounidense. Esta combinación de indicadores estimula la demanda del dólar y relegan a las divisas de los BRICS a la lucha frente a una moneda que no deja de ganar atractivo.

¿Un proyecto de dedolarización en un callejón sin salida?

Frente al ascenso ininterrumpido del dólar, el proyecto de dedolarización de los BRICS parece estar estancado. A pesar de los anuncios regulares sobre la creación de una moneda común, no se ha concretado ningún avance significativo. India, a pesar de ser un miembro clave del bloque, está reforzando sus reservas en dólares, lo que sugiere una pérdida de confianza en la viabilidad de una alternativa viable. Esta elección estratégica subraya las contradicciones internas dentro de los BRICS, donde los intereses económicos de los miembros divergen frente a la dominación del billete verde.

Aunque el bloque aspira a reducir su exposición al dólar, aún le cuesta construir una alternativa creíble. La hegemonía del dólar se basa en dos pilares: su estabilidad y su liquidez, atributos que las monedas de los BRICS no logran igualar. Aunque algunos países han firmado acuerdos bilaterales que buscan fomentar los intercambios en monedas locales, estas iniciativas siguen siendo marginales y no alteran en nada la influencia del dólar en el comercio mundial.

El desafío de la dedolarización va más allá de los acuerdos monetarios. Los inversores y las instituciones financieras continúan privilegiando el dólar debido a su fiabilidad a largo plazo. Mientras esta dinámica persista, los BRICS tendrán dificultades para imponer una alternativa capaz de competir con una moneda que sigue siendo la espina dorsal del sistema financiero mundial. Para invertir la tendencia, el bloque deberá proponer soluciones tangibles, capaces de convencer a los mercados de que una alternativa al dólar es no solo posible, sino también preferible.

La apuesta de los BRICS por liberarse del dólar se enfrenta a una realidad implacable: el billete verde sigue siendo el pilar del comercio internacional y continúa atrayendo a inversores e instituciones financieras. A pesar de las ambiciones declaradas, la alianza tiene dificultades para proponer una alternativa viable capaz de invertir la tendencia. Sin una moneda creíble, ampliamente adoptada y respaldada por una infraestructura financiera robusta, el dólar mantendrá su papel central en la economía mundial. Mientras esta dependencia persista, los BRICS corren el riesgo de quedarse al margen del sistema financiero global, en lugar de redefinir las reglas.