El colapso total e inminente de Venezuela

Mientras Maduro parece haber llevado a cabo un fraude electoral masivo para mantenerse en el poder, Venezuela marcha trágicamente hacia un colapso total e inminente.

Maduro habría ganado las elecciones

Venezuela acaba de celebrar unas elecciones. El presidente en el poder desde hace mucho tiempo, Nicolás Maduro, se ha declarado vencedor, pero en general se cree que manipuló los resultados.

Solo unos pocos países han reconocido la victoria de Maduro, y la lista no es alentadora: China, Rusia, Irán, Corea del Norte, Siria, Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia.

El pueblo venezolano, enojado por las elecciones aparentemente robadas, salió a las calles y algunas personas han muerto hasta ahora.

¿Por qué es tan impopular Maduro?

Obviamente, en gran parte es porque es un líder autoritario que manipula las elecciones y usa la fuerza gubernamental contra los manifestantes.

Pero la razón más profunda es que bajo su liderazgo, Venezuela ha sufrido el tipo de colapso económico catastrófico que generalmente solo ocurre en países asolados por la guerra.

La economía venezolana está tan mal (y el gobierno es tan secreto) que el Banco Mundial ni siquiera tiene estimaciones del PIB del país. Pero los responsables del proyecto Maddison estiman que el nivel de vida de los venezolanos hoy es tan bajo como lo ha sido desde la Segunda Guerra Mundial.

Venezuela no tiene un régimen de planificación central como Corea del Norte o la antigua URSS.

La muerte de la economía venezolana

¿Qué destruyó la economía venezolana?

• La interferencia con el funcionamiento de la compañía petrolera estatal venezolana, PDVSA
• la expropiación y nacionalización de un gran número de empresas privadas
• responder a la inflación con control de precios

Una crisis monetaria

Recordemos que la mayoría de los países necesitan divisas extranjeras para comprar productos importados.

Si el valor de la moneda colapsa, los consumidores ya no pueden permitirse comprar bienes de consumo común.

La moneda venezolana, el bolívar, fue oficialmente devaluada en 2018. Pero al observar el mercado negro, donde los venezolanos intercambian bolívares por dólares, la moneda venezolana comenzó a colapsar a mediados de 2012, perdiendo el 90 % de su valor frente al dólar en septiembre de 2016.

El colapso de la moneda estuvo acompañado de una hiperinflación. Las estadísticas oficiales muestran que la inflación aumentó gradualmente hasta alcanzar un 200 % a principios de 2016. El colapso de la moneda y la hiperinflación han llevado a un colapso de la capacidad de los venezolanos para obtener productos básicos.

Algunas consecuencias de este desastre:

• Las tasas de mortalidad se disparan
• los servicios públicos se colapsan uno tras otro
• una inflación de tres dígitos ha sumido a más del 70 % de la población en la pobreza
• una oleada de delincuencia incontrolable mantiene a la gente encerrada por la noche
• los consumidores tienen que hacer cola durante horas para comprar alimentos
• los bebés mueren en grandes cantidades por falta de medicamentos y equipos simples y baratos en los hospitales

Un petro-estado

Venezuela es un petro-estado, lo que significa que depende en gran medida del crudo, tanto para sus ingresos por exportaciones como para los ingresos del estado. Pero no todos los petro-estados son iguales.

Aunque, en teoría, Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, en su mayoría se trata de petróleo pesado, que es mucho más difícil de extraer.

Por suerte para Venezuela, recibió las inversiones necesarias durante mucho tiempo, gracias a su previsora y competente compañía petrolera estatal, PDVSA.

Pero a finales de los 90 y principios de los 2000, los líderes venezolanos comenzaron a saquear el presupuesto de inversión de PDVSA.

La mala gestión de PDVSA por parte de Chávez estaba preparando al país para un desastre total. Cuando los precios del petróleo cayeron en 2014 (poco después de la muerte de Chávez y la llegada al poder de Maduro), la falta crónica de inversión en PDVSA bajo Chávez y Maduro comenzó a hacerse sentir.

La producción comenzó a caer drásticamente y los ingresos petroleros del gobierno colapsaron.

Así, una de las principales causas del colapso de Venezuela es la mala gestión de PDVSA por parte de Hugo Chávez.

Expropiaciones y nacionalizaciones

Hugo Chávez era extremadamente hostil hacia las empresas privadas.

El gobierno de Chávez expropió o nacionalizó numerosas empresas involucradas en diversos sectores, como el aluminio, el cemento, el oro, el hierro, el acero, la agricultura, el transporte, la electricidad, la producción de alimentos, la banca, el papel y los medios de comunicación.

El número de empresas privadas en la industria pasó de 14,000 en 1998 a solo 9,000 en 2011.

A medida que aumentaba el control estatal sobre la industria agrícola, la producción de alimentos en Venezuela cayó un 75 % en dos décadas, mientras que la población del país aumentó un 33 %.

Control de precios

Chávez y Maduro también hicieron un uso intensivo de otra política muy destructiva: el control de precios.

Hugo Chávez comenzó a utilizar el control de precios mucho antes de que hiciera mella la hiperinflación. Era otra política populista destinada a proporcionar productos baratos a los pobres. Como era de esperar, esto llevó a escasez a mediados de la década de 2000.

A medida que la escasez de prácticamente todos los productos básicos (desde arroz hasta leche, pasando por desodorante y preservativos) se agravaba, era prácticamente imposible encontrar siquiera un rollo de papel higiénico en Venezuela.

Chávez y Maduro destruyeron la economía venezolana con políticas perjudiciales. La caída de los precios del petróleo en 2014 ciertamente no ayudó, como tampoco lo hicieron las sanciones estadounidenses en 2017. Pero los principales errores fueron la mala gestión de PDVSA, las nacionalizaciones y el control de precios. Venezuela sirve así de advertencia para otros países. Realmente hay que desconfiar de los líderes del mismo corte que Chávez/Maduro que piensan que la «revolución» consiste en destruir todas las instituciones económicas del país. ¡Es el camino hacia la ruina y la locura!