Donald Trump lanza un fondo soberano : ¿el inicio de una nueva era económica?
En un giro inédito para la política económica estadounidense, Donald Trump firmó un decreto presidencial que crea un fondo soberano nacional, una iniciativa sin precedentes en los Estados Unidos. Este instrumento financiero tendría como objetivo estimular el crecimiento económico, financiar infraestructuras estratégicas y potencialmente permitir la compra de TikTok. La plataforma, en el punto de mira de Washington por razones de seguridad nacional, debe separarse imperativamente de sus accionistas chinos para continuar sus actividades en suelo estadounidense. Gracias a su inspiración en los modelos de fondos soberanos de China, Noruega y Singapur, la administración Trump espera reducir la dependencia de Estados Unidos de los préstamos y reforzar su influencia económica mundial. Sin embargo, la implementación de un mecanismo así plantea numerosas preguntas: ¿cómo podría un país que acumula un déficit presupuestario masivo financiar un proyecto de este tipo? ¿Cuáles serían las implicaciones geopolíticas de una intervención directa en una empresa tecnológica de gran envergadura mundial? Entre la ambición económica y los desafíos diplomáticos, este fondo soberano representa un cambio importante que podría redefinir el papel del Estado estadounidense en el escenario internacional.
Un proyecto económico sin precedentes en los Estados Unidos
Donald Trump defiende la creación del fondo soberano como una respuesta estratégica a los desafíos económicos del país. Afirma que quiere «monetizar el activo del balance de Estados Unidos» para financiar grandes proyectos nacionales y reducir la dependencia de la deuda. Para concretar esta ambición, el gobierno apuesta por una combinación de activos líquidos y recursos ya presentes en el territorio. «Vamos a poner estos activos a disposición del pueblo estadounidense», asegura el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
A diferencia de los fondos soberanos tradicionales, generalmente alimentados por los ingresos del petróleo, gas o importantes superávits presupuestarios, este fondo estadounidense podría apoyarse en aranceles y formas alternativas de tributación. Además, este enfoque suscita preguntas muy serias, especialmente sobre su viabilidad financiera. Con un déficit presupuestario colosal, Estados Unidos no cuenta con los superávits que permiten a naciones como Noruega, Singapur o China gestionar eficazmente sus fondos soberanos.
La idea de un Estado inversor también provoca reacciones variadas en el Congreso. Algunos legisladores ven una oportunidad para reforzar la autonomía económica del país, mientras que otros advierten sobre el riesgo de politización de la economía. La gestión de los activos públicos plantea inquietudes en cuanto a la transparencia y posibles desviaciones. A esto se suma un importante desafío estratégico: si este fondo llegara a concretarse, modificaría profundamente el papel económico del Estado federal, un tema que divide profundamente a la clase política estadounidense.
Un palanca estratégica para TikTok y la influencia estadounidense
Más allá de los proyectos de infraestructura, el fondo soberano estadounidense podría servir para financiar una participación en TikTok, una opción que Donald Trump ha mencionado en varias ocasiones durante su campaña presidencial. Esta iniciativa se sitúa en un contexto de crecientes tensiones entre Washington y Pekín, mientras la aplicación es acusada de ser una herramienta de espionaje al servicio del gobierno chino. Las autoridades estadounidenses exigen ahora que TikTok se separe de sus accionistas chinos para continuar su actividad en Estados Unidos. «Queremos asegurarnos de que TikTok esté en buenas manos, sin interferencia de China», insistió Trump, sugiriendo una posible adquisición por actores estadounidenses respaldados por el Estado.
Sin embargo, la entrada del gobierno estadounidense en el capital de TikTok genera numerosas preocupaciones jurídicas y éticas. Varios expertos advierten sobre el riesgo de que un Estado controle directamente una plataforma influyente, especialmente en un país donde la libertad de expresión y la neutralidad de las redes son principios fundamentales. Esta situación podría crear un precedente peligroso, lo que abriría la puerta a una mayor intervención de los poderes públicos en el sector privado y el mercado de las redes sociales.
Desde una perspectiva diplomática, tal adquisición podría deteriorar aún más las relaciones entre Washington y Pekín. China podría ver esto como una injerencia directa en sus intereses económicos, lo que acentuaría el clima de desconfianza ya existente entre las dos potencias. Este enfrentamiento va más allá de TikTok. Refleja una lucha de influencia más amplia sobre el control de las tecnologías digitales y el acceso a datos. Si este proyecto se concreta, podría cambiar el equilibrio de fuerzas en la rivalidad sino-estadounidense y redefinir las reglas del juego en cuanto al control de las plataformas digitales.
Con este proyecto, Donald Trump aspira a transformar la política económica de Estados Unidos e inspira en los modelos de fondos soberanos adoptados por naciones que cuentan con importantes reservas financieras. Sin embargo, la falta de superávit presupuestario y la magnitud del déficit estadounidense plantean un desafío importante. El éxito de un fondo de este tipo dependería de su gobernanza y transparencia, así como de su capacidad para atraer capitales y generar rendimientos sostenibles. Si se implementa este mecanismo, podría modificar profundamente el papel del Estado federal, dándole un poder financiero sin precedentes en la escena internacional. Queda por ver si esta visión sobrevivirá a las resistencias políticas, a las restricciones presupuestarias y a las implicaciones geopolíticas que ya genera.
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Diplômé de Sciences Po Toulouse et titulaire d'une certification consultant blockchain délivrée par Alyra, j'ai rejoint l'aventure Cointribune en 2019. Convaincu du potentiel de la blockchain pour transformer de nombreux secteurs de l'économie, j'ai pris l'engagement de sensibiliser et d'informer le grand public sur cet écosystème en constante évolution. Mon objectif est de permettre à chacun de mieux comprendre la blockchain et de saisir les opportunités qu'elle offre. Je m'efforce chaque jour de fournir une analyse objective de l'actualité, de décrypter les tendances du marché, de relayer les dernières innovations technologiques et de mettre en perspective les enjeux économiques et sociétaux de cette révolution en marche.
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