¿DOGE subestimado? ¡Los expertos en criptomonedas anticipan un gran repunte!
El Dogecoin vuelve a brillar en los radares. A $0,13, se tambalea al borde de un precipicio técnico… o de un trampolín. Los gráficos susurran una historia contradictoria: indicadores en sobreventa, soportes históricos debilitados, pero también señales que han precedido a rallys de +400 % en 2024. Entonces, ¿es el DOGE una pepita ignorada o una trampa para especuladores? Los expertos en cripto se inclinan por la primera opción… siempre que las estrellas se alineen.
La cripto Dogecoin lanza señales contradictorias
El DOGE navega en una zona crítica. Su precio está actualmente probando una zona de soporte clave: una línea de tendencia alcista trazada desde 2020, combinada con la media móvil exponencial de 200 semanas ($0,13).
Este cruce técnico ya ha servido de trampolín para rebotes espectaculares. En 2023, una similitud de configuración había impulsado la cripto en un +88 % en pocas semanas.
Pero el verdadero electroshock proviene del RSI estocástico. Este indicador, a menudo pasado por alto por los novatos, acaba de trazar un cruce alcista en territorio de sobreventa (por debajo de 0,30). Una señal rara que ha precedido a todos los grandes rallys del DOGE desde 2021. «Es un llamamiento para compradores tácticos», explica un trader anónimo, subrayando que la presión de venta se está debilitando.
Los datos on-chain de Santiment revelan un aumento del 1,24 % de las carteras que poseen al menos 1 millón de DOGE desde principios de febrero, a pesar de la caída de precios. Al mismo tiempo, el número de direcciones activas ha alcanzado un máximo en cuatro meses, lo que indica una actividad de red en plena expansión.
Queda un obstáculo de tamaño: la barrera de $0,22. Un nivel donde convergen la media móvil de 50 semanas y una zona de resistencia tenaz (marzo-abril de 2024). Para los bulls, superar este umbral equivaldría a romper un hechizo.
La apuesta DOGE
El Dogecoin no es una cripto como las demás. Nacido de una broma, adoptado por Elon Musk, encarna la psicología de masas en su estado puro. Hoy, su potencial de rebote no se basa solo en los gráficos. Los fundamentales, a menudo burlados, también juegan.
Las tarifas mínimas ($0,01 por transacción) y una comunidad ultra-comprometida lo convierten en una herramienta de micro-pagos inesperada.
No obstante, el riesgo es palpable. Si el soporte de $0,13 cede, la caída podría alcanzar los $0,12, un umbral psicológico y técnico. Los poseedores a corto plazo, nerviosos, podrían amplificar la caída.
El dogecoin fascina tanto como desvía. ¿Subestimado? Los indicadores técnicos gritan «sí», pero el mercado sigue cauteloso. Los expertos recuerdan una regla: en cripto, los activos más ridiculizados son a menudo los que sorprenden.
A corto plazo, todo dependerá de los flujos institucionales y del apetito por activos de riesgo. Un rebote de los ETF de BTC o un anuncio inesperado (¿un impulso de Musk?) podría electrizar los precios. Pero cuidado con los espejismos: el DOGE sigue siendo una apuesta volátil.
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Fascinado por bitcoin desde 2017, Evariste no ha dejado de investigar el tema. Si bien su interés inicial era el trading, ahora trata de comprender activamente todos los avances centrados en las criptomonedas. Como editor, se esfuerza por proporcionar constantemente un trabajo de alta calidad que refleje el estado del sector en su conjunto.
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