Datos económicos de EE. UU.: Según Pompliano, los bitcoiners tenían razón antes que todos
La confianza en las cifras económicas estadounidenses vacila. A la sombra de los discursos institucionales, otra voz resuena, más mordaz, más directa: la de los Bitcoiners. A la cabeza, Anthony Pompliano, figura crucial de la criptoesfera, que denuncia la desconexión creciente entre los datos oficiales y la realidad vivida.
Las fallas de las estadísticas oficiales
Las críticas no son de ayer. Pompliano insiste: « Los Bitcoiners fueron los primeros en ver que los datos económicos eran falsos ». Arremete contra la inflación subestimada, las cifras de empleo revisadas a la baja y un crecimiento del PIB que considera ampliamente sobreestimado. Se apoya en la confesión del propio secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent:
No, no confío en los datos.
Detrás de estas palabras, se perfila una preocupación más amplia. Un estudio de 2024 de la American Statistical Association ya alertaba:
Nuestras estadísticas públicas son tan vitales como nuestras carreteras. Las descuidamos, hasta que falla.
Reducción de presupuestos, colapso de la tasa de respuesta a encuestas, injerencia política: los cimientos estadísticos se están desmoronando.
Bitcoin como respuesta a la desconfianza
Frente a esta constatación, los Bitcoiners no se limitan a criticar. Actúan. « Han encontrado una manera de captar financieramente el aumento, si tenían razón », escribe Pompliano. Y la apuesta parece en vías de ser ganada. Mientras los mercados tradicionales titubean bajo los golpes de la guerra arancelaria de Trump, Bitcoin se afirma como valor refugio.
El 4 de abril, cuando el mercado de valores flaqueaba, el precio de bitcoin subía por encima de los 84,000 dólares. Un movimiento contracíclico raro, elogiado por los analistas como un signo de creciente independencia frente a las bolsas.
Para Pompliano, esta resiliencia prueba que Bitcoin no es solo un activo especulativo. Es una herramienta crítica, un termómetro económico alternativo, desconectado de los canales institucionales.
« El dólar cae, y Bitcoin sube. Es así de simple », afirmaba recientemente Jeff Parks de Bitwise.
Datos distorsionados, política confusa
La Reserva Federal, por su parte, parece paralizada. « Las tasas son demasiado altas, pero la Fed se esconde detrás de los datos oficiales », se indigna Pompliano en LinkedIn. Recuerda que el índice Truflation, más alineado con los precios reales, muestra una inflación del 1.7%, muy por debajo del 2.8% avanzados por el Estado. Una divergencia con graves consecuencias para los hogares, las empresas… y las criptomonedas.
« Si no podemos confiar en las cifras, ¿cómo tomar decisiones informadas? », pregunta Pompliano. No es el único que se alarma. El informe « The Nation’s Data at Risk » pone de manifiesto el peligro de un colapso progresivo del sistema estadístico público. Sin embargo, son estos datos los que guían los tipos de interés, las ayudas sociales y los mercados.
¿Hacia una nueva norma monetaria? En este contexto, la idea de que el bitcoin pueda suplantar al dólar ya no es solo ficción. Algunos analistas mencionan una transición hacia un sistema de reservas fragmentadas, donde «monedas duras» como el oro… o Bitcoin, ganarían legitimidad. Esto es lo que resume perfectamente Pompliano:
Una conversación financiera de masas convertida en un callejón sin salida intelectual donde se regurgitan opiniones basadas en datos erróneos.
A medida que los cimientos del relato económico oficial vacilan, los Bitcoiners se presentan como críticos pioneros. ¿Su estrategia? No creer ciegamente en las cifras, sino confiar en su experiencia, en su red… y en la blockchain. El futuro dirá si su interpretación del mundo era la correcta. Pero una cosa es segura: ahora tienen la atención de un público en busca de referencias.
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¡La revolución blockchain y cripto está en marcha! Y el día en que los impactos se sientan en la economía más vulnerable del mundo, contra toda esperanza, diré que fui parte de ella
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