Cuando Musk se autoproclama Kekius Maximus y enciende X

Algunos inversores en criptomonedas tienen una mala opinión de Elon Musk. ¿Por qué? Porque tiene el don de alterar los mercados con un simple tweet o un cambio de avatar. Los fanáticos de Dogecoin aún recuerdan sus supuestas manipulaciones que hicieron que la criptomoneda subiera y luego cayera en picada. Sin embargo, Musk sigue actuando como un aguafiestas en la criptoesfera. ¿Su último movimiento? Un guiño al gladiador Maximus, con un meme de Pepe the Frog, que ha incendiado las redes sociales.

Un avatar y un seudónimo: Elon Musk enciende X

Elon Musk ha celebrado el Nuevo Año con estilo: un cambio de seudónimo a «Kekius Maximus» en X, y un avatar igualmente teatral: Pepe the Frog como gladiador. Sin explicaciones, solo efecto.

Elon Musk changes his name to Kekius Maximus and his his profile picture to Pepe

Drop a 🐸 if you know… pic.twitter.com/xhK1uA0g4q

— MJTruthUltra (@MJTruthUltra) December 31, 2024

Los 210 millones de seguidores de Musk no pedían tanto. Este guiño al héroe de Gladiator y a Pepe the Frog, un personaje controvertido, desencadenó una ola de especulaciones. ¿Fue una broma? ¿Una provocación? ¿Una referencia a su ego desmesurado? Misterio.

Este cambio, realizado desde Mar-a-Lago donde Musk pasaba las fiestas con Donald Trump, ha demostrado una vez más que sigue siendo un maestro en el arte de la puesta en escena digital. Pero más allá de la diversión, algunos han visto en ello una nueva demostración de su influencia sobre las masas.

Cuando un meme hace explotar los mercados cripto

En la estela de este cambio de seudónimo, una fiebre se apoderó del mundo de los traders de criptomonedas. El memecoin Kekius, nacido en la euforia general, alcanzó una capitalización de 400 millones de dólares… antes de colapsar a 2 millones.

Un inversor desafortunado perdió 1,2 millones de dólares, mientras que otro convirtió 66 dólares en 3 millones, ilustrando las montañas rusas del mercado:

• Un trader afortunado ganó más de 45,000 veces su inversión;
• 23,600 poseedores de tokens aún esperan un milagro;
• Varios altcoins vinculados a Kekius, lanzados en Solana, se hundieron rápidamente.

Una cita de Musk podría resumir bien la situación: «El caos es una escalera.»

Sus travesuras demuestran que, a pesar de las críticas, sigue siendo una figura esencial del universo de los memecoins, ya sea con Dogecoin o con nuevos tokens como PEPE.

Por otro lado, la saga de Dogecoin ha marcado un punto de inflexión en la relación entre Elon Musk y la criptoesfera. Acusado de manipulación del mercado, el DogeFather sale ileso, recordando que, por ahora, sigue siendo intocable.