Crypto: ¡Sui lidera la revolución de los pagos sin internet!

Una pregunta recurrente persiste en el universo cripto: ¿qué sucede en caso de fallo de Internet? Con la rápida evolución de la blockchain, la dependencia de una conexión a Internet para realizar transacciones parece ser una gran limitación, especialmente en las regiones subdesarrolladas. La blockchain Sui, desarrollada por Mysten Labs, propone una solución innovadora. Gracias al uso de ondas de radio y otros canales alternativos, permite pagos cripto incluso sin conexión a Internet.

Sui: Transacciones sin conexión

Una de las principales objeciones a los pagos en cripto es la dependencia de la red de Internet. ¿Qué hacer en caso de corte o en zonas sin conexión fiable? Sui, con su enfoque innovador, sortea esta problemática.

Adeniyi Abiodun, cofundador de Mysten Labs, explica que su tecnología permite transmitir transacciones a través de redes móviles, ondas de radio e incluso por mensajes de texto reducidos, eliminando así la necesidad de una conexión a Internet.

Este enfoque es particularmente prometedor para las regiones que a menudo enfrentan cortes de electricidad o cortes frecuentes de Internet.

¡Imagínate poder enviar fondos al otro lado del mundo a través de una simple señal de radio! Este concepto de «transacciones sin Internet» abre nuevas puertas para los pagos unilaterales, proporcionando una solución funcional, incluso en caso de catástrofes o fallos de red importantes.

Sui ya ha demostrado que este método funciona y planea integrarlo en dispositivos relacionados con el Internet de las cosas (IoT).

Esta innovación no se limita únicamente a las transacciones financieras, sino que podría transformar varias industrias, particularmente en la gestión de infraestructuras físicas descentralizadas.

DePIN: El futuro descentralizado de la infraestructura pública

Paralelamente, Sui también está explorando el concepto de DePIN (Infraestructura Física Descentralizada), un nuevo nicho del Web3.

Este modelo propone una gestión colectiva de la infraestructura pública, donde cada participante puede obtener beneficios mientras contribuye a la gestión. Esto permitiría crear infraestructuras a menor costo sin provocar trastornos económicos.

En este contexto, las «transacciones sin Internet» de Sui encuentran una aplicación ideal. En caso de fallo de la red celular o de Internet, tecnologías como GSM, redes malladas o comunicaciones por satélite pueden tomar el relevo.

Bastaría, por ejemplo, con abrir un canal de radio entre dos puntos para cifrar y transmitir un mensaje seguro. Esta tecnología no solo permite enviar pagos, sino también transmitir cupones, recompensas o incluso datos.

Proyectos como Helium Mobile, que crean redes móviles descentralizadas, o Wifi Dabba en India, utilizando la red Solana, muestran que la infraestructura DePIN ya está en marcha.

Estas iniciativas buscan cerrar la brecha digital conectando a millones de personas a Internet a costos reducidos, incluso gratuitamente.

Una revolución para los no bancarizados

Como informa Cointelegraph, el objetivo final de Sui es claro: permitir que aquellos que no tienen acceso a servicios financieros ni a Internet se beneficien de las innovaciones cripto.

Abiodun destaca la importancia de hacer los servicios financieros más accesibles. Gracias a esta tecnología, las barreras de entrada se reducen considerablemente, permitiendo que más personas accedan a estos servicios esenciales y fortaleciendo, al mismo tiempo, los efectos de red.

La asociación de Sui con Chip Wireless, un operador móvil canadiense, es una prueba concreta de ello. Están trabajando juntos para probar estas tecnologías y ya están considerando una expansión a mercados como África, donde la inclusión financiera y el acceso a Internet siguen siendo grandes desafíos.

En conclusión, Sui no solo busca bancarizar a los no bancarizados, va más allá al ofrecer una solución a las personas desconectadas.

La blockchain se convierte así en una herramienta no solo para asegurar las transacciones, sino también para acercar a las comunidades más aisladas al mundo globalizado. Una verdadera revolución tecnológica está en marcha, y sin duda trae esperanza para las poblaciones más vulnerables.