China Vende 194,000 Bitcoins: Su Impacto en el Mercado Global

Las decisiones de los gobiernos sobre las criptomonedas a menudo tienen impactos importantes en los mercados, pero la magnitud de la acción reciente de China constituye un giro relevante. Pekín llevó a cabo la venta de 194,000 bitcoins, confiscados en 2019 durante el desmantelamiento de la red PlusToken, uno de los mayores esquemas Ponzi en la historia de las criptomonedas. Valorada en cerca de 19.7 mil millones de dólares, esta liquidación masiva despierta interrogantes sobre sus implicaciones económicas y ilustra la creciente complejidad de las relaciones entre los Estados y las criptomonedas. Mientras que el bitcoin continúa afirmándose como una reserva de valor mundial, este gesto de China subraya el papel estratégico que los gobiernos pueden jugar en la evolución de este ecosistema en plena transformación.

Una venta sin precedentes orquestada por Pekín

En 2019, las autoridades chinas desmantelaron la red PlusToken, considerada como uno de los mayores esquemas Ponzi en la historia de las criptomonedas. Este sistema fraudulento había estafado miles de millones de dólares a inversores de todo el mundo, con una cantidad masiva de criptomonedas. Entre los bienes confiscados se encontraban 194,000 bitcoins, valorados en varios miles de millones de dólares, que fueron colocados bajo el control del Estado chino.

Según Ki Young Ju, CEO de cryptoQuant, estos bitcoins han sido revendidos progresivamente en plataformas como Huobi. «China ya ha vendido 194K bitcoins, en mi opinión», afirmó en un tweet publicado el 23 de enero de 2025. Sin embargo, las autoridades chinas solo declararon que los fondos habían sido transferidos al tesoro nacional, sin proporcionar más detalles sobre su uso final. Una operación de venta masiva, con un valor total estimado en 19.7 mil millones de dólares, ha ejercido una presión significativa sobre el mercado mundial del bitcoin. A pesar de esto, la criptomoneda principal logró mantener una relativa estabilidad, y solo experimentó un retroceso del 3.7 % en un período de 24 horas, alcanzando un nivel ligeramente inferior a 105,000 dólares. Esta resiliencia se explica en parte por la creciente intervención de actores institucionales, quienes desempeñan un papel estabilizador ante eventos de tal magnitud.

Las implicaciones de una operación de este tipo

A pesar de la relativa estabilidad del bitcoin, la venta masiva orquestada por China provoca preocupaciones significativas sobre el papel de los gobiernos en la gestión de las criptomonedas confiscadas. Mientras que algunos países optan por enfoques transparentes, como subastas públicas, la estrategia de Pekín sigue siendo rodeada de opacidad. «Un régimen censurado que posee una moneda resistente a la censura parece improbable», destacó Ki Young Ju. Este último informa sobre los paradojas de la política china respecto al bitcoin. Esta contradicción refleja las tensiones entre la esencia descentralizada de las criptomonedas y el control centralizado ejercido por algunos Estados.

Paralelamente, esta operación ha encontrado un cierto equilibrio gracias a la implicación de grandes inversores institucionales. BlackRock, por ejemplo, adquirió 600 millones de dólares en bitcoin, lo que demuestra un creciente interés del sector financiero tradicional por las criptomonedas. Esta tendencia contribuye a estabilizar los mercados y refuerza la legitimidad del bitcoin como reserva de valor reconocida por las instituciones. Sin embargo, algunos observadores advierten sobre las posibles presiones en los precios, relacionadas especialmente con decisiones monetarias globales, como posibles aumentos en las tasas de interés. Así, estos factores podrían acentuar la volatilidad a corto plazo, incluso si el interés institucional ofrece perspectivas a largo plazo más optimistas.

Esta liquidación masiva plantea interrogantes sobre la gestión de las criptomonedas confiscadas por los Estados. Mientras que China ha optado por una estrategia discreta y rápida, otras naciones podrían contemplar enfoques más transparentes, especialmente a través de subastas públicas o colaboraciones con la industria de las criptomonedas. En un contexto de regulaciones cada vez más estrictas, la actitud de los gobiernos hacia estos activos jugará un papel decisivo en su adopción y estabilidad a largo plazo. Estas decisiones podrían dar forma al equilibrio entre control estatal y el auge de un mercado basado en la descentralización.