BRICS: ¡La guerra secreta entre Moscú y Riad podría hacer estallar la alianza!
La guerra de precios del petróleo rara vez es un simple enfrentamiento comercial, a menudo oculta cuestiones geopolíticas de mayor envergadura. Hoy en día, un nuevo episodio de esta lucha se escenifica en el ámbito internacional y enfrenta a dos gigantes energéticos: Rusia y Arabia Saudita. Mientras el mundo todavía se recupera con dificultad de las repercusiones económicas de la pandemia y el conflicto en Ucrania sigue redibujando los mapas de la influencia mundial, estos dos actores principales de los BRICS se disputan ferozmente la dominación del mercado asiático. Sus maniobras podrían trastocar el orden establecido, tanto dentro de la OPEP como en el núcleo de las alianzas estratégicas globales.
La lucha por el mercado asiático
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, Rusia se ha visto obligada a redefinir sus estrategias comerciales, en particular en el ámbito energético. Aislada por las sanciones occidentales, Moscú se ha volcado hacia Asia para vender su petróleo, encontrando en China e India socios comerciales de primer nivel. Esta redirección ha sido tan eficaz que Rusia ha logrado, en cuestión de meses, convertirse en el principal proveedor de petróleo de China, superando incluso a Arabia Saudita, que antes dominaba este mercado estratégico. Esta rápida conquista del mercado asiático por parte de Rusia ha sacudido profundamente a Riad, que ve reducir su cuota de mercado, una situación inaceptable para el reino que durante mucho tiempo ha hecho del mercado asiático el pilar de su estrategia energética.
En respuesta a esta ofensiva rusa, Arabia Saudita ha considerado una represalia económica: aumentar su producción para bajar el precio del barril y así recuperar su competitividad en el mercado asiático. Sin embargo, las capacidades de producción de los dos países difieren enormemente. Rusia, aunque ambiciosa, está limitada en su capacidad de aumentar significativamente su producción, pudiendo añadir solo unos cientos de barriles por día. En cambio, Arabia Saudita tiene un margen de maniobra mucho más cómodo, con la posibilidad de añadir hasta 3 millones de barriles por día. Esta diferencia podría resultar decisiva en esta batalla en la que cada barril adicional puede inclinar el equilibrio de fuerzas.
Las implicaciones geopolíticas y las consecuencias potenciales
A medida que la rivalidad económica entre Rusia y Arabia Saudita se intensifica, las repercusiones geopolíticas de esta confrontación comienzan a hacerse sentir. Moscú, ya debilitada por las sanciones occidentales, se encuentra cada vez más aislada en el escenario internacional, mientras que Riad, fuerte de su estabilidad interna y sus alianzas estratégicas, gana en influencia. Esta dinámica no está exenta de consecuencias dentro de los BRICS, donde las tensiones entre estos dos miembros influyentes podrían comprometer la unidad del grupo. Arabia Saudita, recién integrada en esta alianza, podría utilizar su peso económico para contrarrestar las ambiciones rusas, e incluso amenazar con abandonar el grupo si sus intereses se ven amenazados.
En este contexto de creciente rivalidad, el papel de China, principal beneficiario de las tensiones entre sus dos socios, se vuelve crucial. Pekín, al reforzar su supervisión sobre las transacciones financieras rusas, envía una señal clara: no tolerará perturbaciones que puedan desestabilizar sus propios intereses. Esta posición podría llevar a Rusia a reconsiderar sus alianzas y buscar nuevas estrategias para preservar su posición en el mercado asiático. Si las tensiones continúan aumentando, podrían no solo debilitar a la OPEP, sino también tambalear los mismos cimientos de los BRICS, y poner en duda la viabilidad de esta alianza en un mundo cada vez más multipolar.
Este pulso podría redefinir los equilibrios geopolíticos y cuestionar la unidad de los BRICS que ya luchan por debilitar el dólar como querían.
¡Maximiza tu experiencia en Cointribune con nuestro programa "Read to Earn"! Por cada artículo que leas, gana puntos y accede a recompensas exclusivas. Regístrate ahora y comienza a acumular beneficios.
Diplômé de Sciences Po Toulouse et titulaire d'une certification consultant blockchain délivrée par Alyra, j'ai rejoint l'aventure Cointribune en 2019. Convaincu du potentiel de la blockchain pour transformer de nombreux secteurs de l'économie, j'ai pris l'engagement de sensibiliser et d'informer le grand public sur cet écosystème en constante évolution. Mon objectif est de permettre à chacun de mieux comprendre la blockchain et de saisir les opportunités qu'elle offre. Je m'efforce chaque jour de fournir une analyse objective de l'actualité, de décrypter les tendances du marché, de relayer les dernières innovations technologiques et de mettre en perspective les enjeux économiques et sociétaux de cette révolution en marche.
Las ideas y opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no deben tomarse como consejo de inversión. Haz tu propia investigación antes de tomar cualquier decisión de inversión.