BRICS: El dólar estadounidense está en declive, y las consecuencias podrían ser desastrosas...

Mientras que el orden económico mundial ha sido moldeado durante mucho tiempo por la hegemonía del dólar estadounidense, los signos de una transición inevitable se multiplican. Hoy, una nueva etapa acaba de ser alcanzada: por primera vez en décadas, la participación del dólar en las reservas mundiales ha caído por debajo del 60 %. Esta disminución, lejos de ser trivial, es el reflejo de profundos cambios impulsados por las economías emergentes, en particular los miembros del bloque BRICS, que buscan redefinir las reglas del juego financiero global. A medida que los bancos centrales de los países en desarrollo se alejan del dólar para favorecer el oro y sus monedas locales, podría dibujarse un nuevo orden monetario.

Los BRICS abandonan el dólar: Una estrategia que amenaza la economía mundial

Desde hace varios años, los BRICS se afirman como actores clave en la redefinición de los equilibrios económicos mundiales. Frente a una dependencia histórica del dólar estadounidense, estas naciones adoptan una estrategia de diversificación de sus reservas. Los bancos centrales de estos países, conscientes de los riesgos inherentes a la dominación del dólar, se inclinan cada vez más hacia el oro y sus propias monedas nacionales. Esta tendencia se ha acelerado, especialmente bajo el impulso de China, cuya moneda, el yuan, ha triplicado su participación en las reservas mundiales hasta alcanzar el 3 %. Un movimiento que traduce una clara voluntad de reducir el control del billete verde sobre las transacciones internacionales y de fortalecer su soberanía económica.

La caída del dólar en las reservas mundiales, que ahora se sitúa en el 59 % en 2024, frente al 72 % en 2002, no se debe simplemente a una reasignación de capitales. Representa un rechazo progresivo del modelo económico estadounidense, exacerbado por las preocupaciones en torno a la colosal deuda de Estados Unidos, estimada en 35 billones de dólares. Los BRICS, multiplicando las iniciativas para promover sus monedas locales, envían un mensaje fuerte: ya no desean depender de una moneda cuya estabilidad está cada vez más en entredicho.

¿Cómo redefinen los BRICS las reglas del juego?

La desdolarización orquestada por los BRICS no se limita a una simple diversificación de activos; prefigura una profunda reestructuración de los flujos financieros internacionales. Esta transición impone una creciente presión sobre Estados Unidos, cuya economía ha dependido históricamente de la hegemonía del dólar. Si esta tendencia continúa, los mercados financieros estadounidenses podrían enfrentarse a turbulencias sin precedentes. De hecho, una reducción significativa de la demanda mundial de dólares podría desencadenar una depreciación de la moneda estadounidense, con consecuencias en las tasas de interés, los mercados de divisas y, potencialmente, en la estabilidad del sistema financiero global.

Paralelamente, Europa no se salva de esta mutación. El euro, anteriormente percibido como una alternativa creíble al dólar, también ha visto disminuir su participación en las reservas mundiales, pasando del 28 % en 2008 al 19 % en la actualidad. El yuan chino, en particular, se beneficia de esta dinámica, reforzando así la posición de China en la escena económica mundial. Si esta tendencia continúa, el panorama monetario internacional podría estar dominado por una multitud de monedas, reduciendo la influencia de las monedas tradicionales y abriendo el camino a una era de fragmentación monetaria.

¿Sabrán Estados Unidos y Europa adaptarse a este nuevo paradigma, o serán relegados a un segundo plano en una economía mundial cada vez más multipolar?