BRICS : ¡Arabia Saudita hace temblar a Rusia con su nueva estrategia petrolera!

En plena época de volatilidad económica mundial, Arabia Saudita ha tomado una decisión que podría redefinir los equilibrios energéticos y geopolíticos. Mientras el precio del barril de petróleo alcanzaba los 100 dólares, Riad eligió aumentar considerablemente su producción de petróleo, una maniobra que busca disminuir los precios del crudo en los mercados internacionales.

Una estrategia saudí para bajar los precios del petróleo

Arabia Saudita, el nuevo miembro de los BRICS y primer exportador mundial de petróleo, ha anunciado un aumento sustancial de su producción con el fin de presionar el precio del barril, actualmente en 100 dólares. Esta estrategia, descrita como una respuesta a la inestabilidad de los mercados, busca calmar los temores inflacionistas que prevalecen en muchas economías mundiales. Según declaraciones oficiales, Riad justifica esta decisión por la necesidad de «mantener un equilibrio en los precios de la energía y apoyar las economías mundiales». Este gesto también constituye una ruptura con las políticas actuales de reducción de la producción adoptadas en la OPEP+ y los BRICS para mantener, por un lado, precios altos, y un control absoluto de la producción petrolera mundial por otro lado.

La decisión saudí es aún más crítica debido a que la economía mundial atraviesa un período de gran incertidumbre. Tal aumento de la oferta podría rápidamente llevar a una caída de los precios del petróleo, lo que afectaría directamente los ingresos de otros países productores, especialmente Rusia. Para Moscú, cuyas ganancias petroleras representan una parte esencial del presupuesto nacional, esta nueva caída de los precios podría agravar las dificultades económicas provocadas por las sanciones occidentales, y reducir aún más su capacidad de financiar sus operaciones en Ucrania.

Rusia frente a una nueva presión económica

De hecho, el aumento de la producción saudí y la subsecuente caída de los precios del petróleo podría constituir un severo golpe para Rusia, cuya economía depende en gran medida de las exportaciones de hidrocarburos. Esta potencial caída de los precios del crudo amenaza directamente los ingresos del Kremlin, y debilitaría aún más esta economía ya afectada por las sanciones económicas occidentales. Así, una caída prolongada de los precios del petróleo podría reducir en varios miles de millones de dólares los ingresos fiscales rusos, lo que plantearía problemas para financiar el gasto público y, en particular, la guerra en Ucrania.

Ante esta posible pérdida de ingresos, Rusia deberá recurrir a alternativas y soluciones no convencionales para mantener su flujo de capital.

El aumento de la producción petrolera saudí y la caída del precio del barril que conlleva no están exentos de consecuencias para la economía rusa. Ya debilitada por las sanciones y la guerra en Ucrania, Rusia ahora debe enfrentarse a una reducción de sus ingresos petroleros, lo que podría agravar aún más sus dificultades económicas. Sin embargo, se espera que esta situación no aumente aún más las tensiones dentro del grupo de los BRICS, al que pertenecen estos dos poderosos productores de petróleo.