Bitcoin: El FBI alerta sobre el hackeo de los ETF de criptomonedas
Bitcoin y sus compañeros cripto nunca están a salvo, pero esta vez, la alerta es seria. El FBI ha dado la voz de alarma, denunciando a hackers norcoreanos que atacan a empresas relacionadas con fondos cripto. Entre los flujos masivos de capitales y las fallas de seguridad, los ciberdelincuentes nunca están lejos, y los activos de los ETF cripto podrían ser el próximo objetivo.
Bitcoin y la amenaza de los hackers norcoreanos
A través del hacking, Corea del Norte parece desafiar al mundo. Y el FBI no escatima palabras. Los grupos de hackers norcoreanos, comenzando por el tristemente célebre Grupo Lazarus, parecen haber puesto su punto de mira en los ETF de Bitcoin. Con más de 15 mil millones de dólares inyectados en estos fondos desde julio de 2024, los activos bajo gestión representan un verdadero tesoro para estos ciberpiratas.
¿El problema? Una gran parte de estos fondos no cuenta con ningún seguro contra el robo, lo que haría que la pesadilla se volviera realidad si un hackeo tuviera éxito.
Imaginen por un momento: un ataque exitoso a un ETF de Bitcoin y Ether, y todo el mercado cripto se sumerge en el pánico. Como explica Jameson Lopp, experto en seguridad: «Si un ETF es hackeado, esperen que caiga inmediatamente a cero.»
Detrás de esta amenaza, se esconde una realidad inquietante para los inversionistas, a menudo cegados por el atractivo de las ganancias sin tener en cuenta los riesgos. ¿Y qué pasaría si se descubriera una falla? Una serie de liquidaciones, y listo, el efecto dominó. Miles de millones se evaporarían, llevándose consigo la confianza en un mercado ya frágil.
- Desde julio de 2024, más de 15 mil millones de dólares invertidos en los ETF de Bitcoin;
- La mayoría de estos fondos no están asegurados;
- Los hackers norcoreanos, al acecho de fallas de seguridad.
Hacking cripto: fallas en los ETF a vigilar
Si los ETF cripto parecen ser una buena invención, aún necesitan estar bien asegurados. El problema es que la gestión de las claves de los fondos no siempre es impecable. Como explica Steven Walbroehl, experto en ciberseguridad, el hecho de que la mayoría de los fondos sean gestionados por una sola entidad representa un gran riesgo.
En caso de una falla de seguridad en esa entidad, todo el sistema podría colapsar. No existe una regulación clara para establecer estándares en materia de seguridad de los ETF cripto, lo que deja una puerta abierta a los hackers.
Fidelity, el único gestor de fondos que ha optado por auto-securización, se destaca. Para Jameson Lopp, es la mejor estrategia: «Cada ETF debería hacer lo mismo para asegurar sus propios activos y evitar depender de un tercero opaco.»
¿Y los otros? Al delegar la gestión a socios externos, a menudo opacos, los gestores asumen el riesgo de confiar sus activos a lo que podríamos llamar una «caja negra». Es ahí donde los hackers se frotan las manos, listos para aprovechar cualquier oportunidad.
La diversificación de los custodios podría ser una solución, pero no está exenta de riesgos. Se dice que demasiados cocineros arruinan la sopa. Más intermediarios también significa más complejidad y riesgos adicionales relacionados con la transferencia de activos. Es difícil encontrar la receta perfecta para asegurar estas montañas de cripto.
Frente a la amenaza de los hackers norcoreanos, Estados Unidos, a través del FBI, siempre está en pie de guerra. En 2022, incluso revelaron al público la técnica de hacking cripto del Grupo Lazarus.
¡Maximiza tu experiencia en Cointribune con nuestro programa "Read to Earn"! Por cada artículo que leas, gana puntos y accede a recompensas exclusivas. Regístrate ahora y comienza a acumular beneficios.
¡La revolución blockchain y cripto está en marcha! Y el día en que los impactos se sientan en la economía más vulnerable del mundo, contra toda esperanza, diré que fui parte de ella
Las ideas y opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no deben tomarse como consejo de inversión. Haz tu propia investigación antes de tomar cualquier decisión de inversión.