Lun 06 Ene 2025 ▪
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▪
por
Luc Jose A.
El Estado francés se prepara para enfrentar un año de alta tensión en los mercados financieros. Con 300 mil millones de euros por pedir prestados en 2025, un nivel de endeudamiento sin precedentes, Bercy debe maniobrar en un entorno especialmente inestable. La Agencia Francia Tesoro (AFT), encargada de las emisiones de deuda, se enfrenta a un doble desafío: garantizar el financiamiento del país sin desestabilizar los mercados y tranquilizar a unos inversores cada vez más cautelosos. De hecho, la incertidumbre política complica aún más la situación. Desde la caída del gobierno de Barnier, Francia funciona sin un presupuesto aprobado, lo que refuerza las dudas sobre la trayectoria presupuestaria del país. Una ley especial adoptada con urgencia permite, sin duda, mantener los préstamos, pero esta solución temporal no es suficiente para disipar las inquietudes. En los mercados, los signos de inquietud se multiplican. La diferencia de tasas entre Francia y Alemania, un indicador clave de la confianza de los inversores, se ha duplicado en un año, superando los 80 puntos básicos. Esta señal traduce una percepción más arriesgada de la deuda francesa y podría encarecer el costo del financiamiento. En este clima de incertidumbre, Bercy debe encontrar el equilibrio adecuado. ¿La estrategia de la AFT, basada en la previsibilidad, la regularidad y la flexibilidad, será suficiente para evitar un aumento excesivo de las tasas de interés? A pocos días de las primeras adjudicaciones, la presión aumenta sobre los responsables financieros, mientras que los inversores esperan garantías sobre la estabilidad presupuestaria del país.